La empresa productora de transgénicos Monsanto está desesperada: este mes comienza el ciclo primavera-verano de siembra en el norte de México y no puede vender sus semillas de maíz modificado genéticamente. En 2012 solicitó el permiso para distribuirlas en un millón 840 mil hectáreas, pero un juez suspendió el procedimiento y otro ratificó la pausa.