El autor de este ensayo sostiene que los productores del campo en general y los chacareros en particular usurparon la identidad del verdadero trabajador agrario, el obrero, quien se supone que aparece para sus patrones durante la siembra y la cosecha. El misterio de la soja, la tecnología rural moderna, los GPS y las computadoras neutralizaron el enorme peso que en la historia argentina han tenido los peones, gente que parece haber pasado al olvido