En humanos, los síntomas de envenenamiento incluyen irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómito, pérdida de conciencia, destrucción de glóbulos rojos, electrocardiogramas anormales y daño o falla renal. Están probados sus efectos carcinogénicos y de alteración reproductiva en animales. Por otro lado, los residuos remanentes en el poroto de soja que consume quien lo utiliza como alimento tienen un potencial tóxico muy difícil de evaluar dado que esas personas no se presentan como pacientes expuestos a fumigaciones