“Los agricultores siguen produciendo la mayoría de los alimentos, a pesar de tener escasa proporción de tierras y recursos. Por eso, es un trabajo muy fuerte el que hay que hacer en Argentina, Chile, u otro país americano, para convencer a los gobiernos que se debe proteger la agricultura campesina y no aniquilarla, como podría ocurrir si prospera este anteproyecto de ley de Semillas”.