La distribución geopolítica del conocimiento, la "economía" del mismo y las relaciones que se establecen en los marcos jurídicos que sostienen el status quo en materia de derecho intelectual tienen directo impacto sobre las culturas, las economías y los derechos de los ciudadanos y ciudadanas de todos los países del planeta. Ciencia, tecnología, salud, biodiversidad, derecho a la información y participación ciudadana son algunas de las áreas cruciales en juego. Nos enfrentamos a una creciente monopolización del conocimiento