Esther se enfrenta en juicio a Shell, que en la década de 1990 instó al gobierno de Nigeria a actuar contra las protestas de grupos ecologistas que defendían las tierras fértiles del delta de Níger. Como resultado de esta presión, las fuerzas armadas mataron y torturaron a varias personas, en una brutal campaña de represión que terminó con el vergonzoso juicio y posterior ahorcamiento de nueve ciudadanos nigerianos.