¡Apoyá a Esther! Una nigeriana que se le planta a Shell
Esther se enfrenta en juicio a Shell, que en la década de 1990 instó al gobierno de Nigeria a actuar contra las protestas de grupos ecologistas que defendían las tierras fértiles del delta de Níger. Como resultado de esta presión, las fuerzas armadas mataron y torturaron a varias personas, en una brutal campaña de represión que terminó con el vergonzoso juicio y posterior ahorcamiento de nueve ciudadanos nigerianos.
Queremos que Esther logre la justicia que busca hace más de 22 años
Esther se enfrenta en juicio a Shell, poderosa empresa extractora de petróleo, que en la década de 1990 instó al gobierno de Nigeria a actuar contra las protestas de grupos ecologistas que defendían las tierras fértiles del delta de Níger. Como resultado de esta presión, las fuerzas armadas mataron y torturaron a varias personas, en una brutal campaña de represión que terminó con el vergonzoso juicio y posterior ahorcamiento de nueve ciudadanos nigerianos. Barinem Kiobel, el esposo de Esther, fue uno de los ejecutados.
¡ Denunciemos masivamente a Shell, que la voz de Esther se multiplique!
La vida de Esther dio un abrupto giro: temiendo por su seguridad y la de sus hijos tuvo que abandonar el país, pero nunca abandonó su ambición de justicia. Hace más de veinte años que intenta probar la inocencia de Barinem. En julio, esta valiente mujer llegará a los tribunales de los Países Bajos, en una contienda desproporcionada contra una de las corporaciones más grandes, poderosas, y cuestionadas globalmente.
Esther no está sola. Sabemos que millones de personas, como vos, desean que la justicia triunfe y que no se pueda comprar la impunidad.
Hagámosle saber que no dejaremos que ningún gigante, por más acaudalado que sea, pueda avasallar nuestros derechos. Firmemos todxs este petitorio para que Esther y Shell sepan que somos millones: Esther no está sola y Shell tiene que afrontar las consecuencias de su terrible accionar.
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