El Gobierno ha permitido que el 42% de los ensayos experimentales al aire libre que se han realizado en la Unión Europea (UE) durante los últimos años se realicen en nuestro país, según datos oficiales. Estos peligrosos cultivos al aire libre, que no han pasado por ningún trámite de evaluación de su seguridad, suponen un grave riesgo de contaminación de cultivos destinados a la alimentación.