La COP 26, que comenzó el 31 de octubre y finalizó el viernes 12, fue anunciada como "el último llamado" para salvar el planeta de las consecuencias del cambio climático. Sin embargo, el texto final resultó en propuestas débiles y escasos fondos para hacerle frente. Por su parte, la Argentina anunció un proyecto de "hidrógeno verde", con más incertidumbres que certezas, y firmó un compromiso global no vinculante para frenar la deforestación, en 2030. ¿La propuesta de canje de deuda por acción ambiental? Nada de eso en el documento final. Doce días de pocos compromisos firmes para frenar los gases de efecto invernadero y muchas falsas soluciones.