TLC con Canadá, del secreto a la vergüenza pública

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"La situación actual es que se han cerrado las negociaciones del TLC Ecuador – Canadá. Unas negociaciones hechas en condiciones de reserva, sin que se haya entregado una evaluación previa de los impactos que tendrá este Tratado en los derechos humanos, colectivos y de la naturaleza".

Acción Ecológica Opina

El presidente – candidato Daniel Noboa anunció en tono triunfal este 3 de febrero que su gobierno “ha conseguido lo que ningún otro: Ecuador tendrá un acuerdo comercial con Canadá”, dando por hecho que la Corte Constitucional emitirá una resolución favorable de constitucionalidad y que la Asamblea Nacional sí lo aprobará. ¡Sin embargo, no se conoce todavía el texto del Tratado porque aún no ha sido firmado! Sigue en condición de “reserva”.

En otras palabras, pudo más la necesidad de exhibir un “trofeo” (auto otorgado), a pocos días de la primera vuelta electoral, pasando por alto a instituciones y a procedimientos establecidos.

La situación actual es que se han cerrado las negociaciones del TLC Ecuador – Canadá. Unas negociaciones hechas en condiciones de reserva, sin que se haya entregado una evaluación previa de los impactos que tendrá este Tratado en los derechos humanos, colectivos y de la naturaleza.

Se prevé que este tratado apunte principalmente a otorgar mayor blindaje jurídico a las inversiones canadienses en el sector de la minería, pues esta actividad es la de mayor interés para Canadá, como lo han señalado organizaciones redes y colectivos de derechos humanos, colectivos, laborales, de mujeres, campesinos y de la naturaleza, en pronunciamientos públicos con los que han expresado su rechazo a una eventual imposición de este tratado ( ver aquí).

Un eventual TLC Ecuador – Canadá va a contemplar el arbitraje internacional para la protección de las inversiones canadienses, alertan organizaciones de ese país que pudieron acceder a una resumida información sobre el contenido del Tratado. Esto implica una contradicción con el artículo 422 de la Constitución del Ecuador y con el resultado del referéndum (pregunta D) que dijo mayoritariamente NO al arbitraje internacional. Este es un mecanismo que permite a las empresas transnacionales demandar a los Estados ante tribunales internacionales de arbitraje que responden a lógicas corporativas y fallan generalmente a favor de las empresas a través de laudos (o resoluciones) que ordenan el pago de montos multimillonarios que salen de los fondos públicos de los países, mientras quedan en la impunidad los daños y violaciones provocadas por las empresas en los territorios y, en este caso, las que se provocarán, amparadas en el Tratado.

Los casos presentados en el tribunal Arbitraje Internacional contra el Ecuador y sus Impactos (Quito, septiembre 2024) dan cuenta de la dimensión de esta problemática.

Constataciones realizadas por varias organizaciones sociales han permitido afirmar que los proyectos mineros con capital canadiense Loma Larga, Warintza, Fierro Urco, Fruta del Norte, Fortuna, entre otros, presentan graves violaciones de derechos: ver aquí. Igualmente, el monitoreo con organizaciones territoriales también identificó a otros proyectos donde también ocurren graves violaciones de derechos, uno de ellos el Domo, en Las Naves.

En casi todos, existe judicialización contra personas que se oponen a los proyectos mineros porque están informados sobre la destrucción que se provocará en sus espacios de vida; la afectación a sus lógicas comunitarias; el daño a páramos, bosques y áreas de cultivo; la grave contaminación del agua. Algunos de estos proyectos incluyen la participación societaria de la familia Noboa.

Otro tema a tomar en cuenta es el contexto internacional que rodea al cierre de las negociaciones de este Tratado. Canadá enfrenta una guerra arancelaria con los Estados Unidos por la decisión de Trump de subir el 20% de los aranceles a los productos de Canadá mientras este país no controle el ingreso de fentanilo a EEUU por su frontera. Lo mismo ha hecho con México.

Estados Unidos, Canadá y México tienen un TLC en común, el T-MEC (antes TLCAN), por lo que sorprende lo que está ocurriendo pues los acuerdos sobre la reducción de aranceles es uno de los pilares centrales sobre los que se promueven los TLC, sobre todo si la negociación es con una potencia a la que se valora por sus millones de consumidores.

Ahora, el tablero se tambalea. Trump se pronuncia contrario al libre comercio y se burla de sus reglas cuando no le convienen, y como en un juego de carambola los golpes llegan a sus vecinos, uno de ellos, Canadá, el país en el que están puestas las expectativas del presidente – candidato Noboa junto con inversionistas mineros y el sector agroexportador, principalmente.

Sin embargo, desde la prepotencia y una alta dosis de miopía, Daniel Noboa se aferra a su estrategia y, además decide seguir el juego de Trump subiendo los aranceles a los productos de México en 27%, lo que ha provocado burlas en ese país, porque el impacto de estas amenazas es irrisorio para la economía mexicana: un 0.4%.

Tal vez está quedando al descubierto el engañoso montaje que siempre fueron los TLC, en los que tanta fe pusieron las élites de nuestros países, sin importar la devastación social, económica, ambiental que significan. Tal vez el Ecuador profundo logre detener esta tragedia anunciada e impida que este TLC con Canadá sea aprobado.

Fuente: Acción Ecológica

Temas: TLC y Tratados de inversión

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