La Vía Campesina en el 17º Foro Global de la Alimentación y la Agricultura en Berlín
La Vía Campesina (LVC) dejó sentir su presencia en el 17º Foro Global de la Alimentación y la Agricultura (GFFA por sus siglas en inglés), que se celebró en Berlín del 15 al 18 de enero de 2025, participando activamente en el Foro de Jóvenes Agricultores, eventos clave paralelos, así como en acciones y manifestaciones fuera del foro para amplificar las voces de lxs productorxs de alimentos a pequeña escala.
El tema central de este año, Cultivar una Bioeconomía Sostenible, reunió a 63 ministrxs de agricultura de todo el mundo para debatir cuestiones críticas como la resolución de conflictos de interés en el uso de biomasa, el fortalecimiento del derecho a la alimentación priorizando la seguridad alimentaria y nutricional (food first), y el diseño de condiciones marco social, ecológica y económicamente justas.
Un contexto de hambre creciente e inequidad
El GFFA se desarrolló en el contexto de una crisis global de hambre, con 733 millones de personas luchando contra la inseguridad alimentaria. Lxs campesinxs de todo el mundo se enfrentan a desafíos dramáticos, incluyendo precios bajos de los productos agrícolas que no cubren los costos de producción, acceso limitado a recursos esenciales, crecientes desigualdades y los devastadores efectos de la catástrofe climática. Estas condiciones han llevado a estándares de vida y trabajo inaceptables tanto en áreas rurales como urbanas.
En un panel de expertos, Morgan Ody, Coordinadora General de La Vía Campesina, afirmó:
“No hay salida de la catástrofe climática sin justicia social y una reducción masiva de las desigualdades entre el Norte Global y el Sur Global”.
Cuestionando la narrativa de la bioeconomía
El enfoque del foro en la bioeconomía generó intervenciones críticas de LVC. En varios eventos paralelos, La Vía Campesina destacó las implicaciones de este enfoque. Morgan Ody señaló:
“La bioeconomía está muy ligada a la biotecnología y otras formas de nanotecnología, lo que lleva a una mayor artificialización de la naturaleza. Cuando se implementan monocultivos de biomasa, implican un uso intensivo de fertilizantes químicos, lo que resulta en impactos climáticos significativos”.
Por su parte, Qammar Abbas, de La Vía Campesina de Asia del Sur en Pakistán, añadió:
“La bioeconomía también está vinculada al acaparamiento de tierras bajo el pretexto de soluciones basadas en la naturaleza. Los actores corporativos que impulsan esta agenda son los mismos responsables de las crisis que enfrentan los pequeñxs agricultorxs y campesinxs”.
Exigiendo justicia y derechos campesinos
Antes del cierre de la Conferencia Internacional de Ministros de Agricultura en Berlín, la Arbeitsgemeinschaft bäuerliche Landwirtschaft (AbL), organización miembro alemán de LVC, organizó una acción en la que Qammar Abbas y otros agricultores de AbL entregaron un catálogo de demandas a Ophelia Nick, una de las secretarias de Estado de Agricultura de Alemania. Las demandas resumían las exigencias de la sociedad civil y de los pequeñxs productorxs de alimentos:
- El apoyo activo de Alemania y el GFFA a la próxima Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (ICARRD+20), que será organizada por Colombia y la FAO como una conferencia intergubernamental de la ONU.
- Incorporar los derechos humanos, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos (UNDROP), el derecho a la alimentación adecuada y el principio de participación social como principios rectores de la política alimentaria y agrícola en el comunicado final del GFFA.
- Denunciar el acaparamiento de tierras en nombre de la bioeconomía y los monocultivos de biomasa en el comunicado final del GFFA.
“La bioeconomía despierta muchos deseos por parte de la industria y previsiblemente agrava las injusticias y desigualdades en el sistema alimentario. Hasta ahora, ha significado principalmente ‘combustible en lugar de alimentos’ y comercio internacional de combustibles agrícolas, lo que lleva a la destrucción de las estructuras campesinas y la biodiversidad. Los agrocombustibles son una solución falsa y peligrosa en la política climática. Esto debe cambiar. Exigimos una acción decisiva para proteger los derechos de campesinos, agricultores y grupos marginados en todo el mundo”, declaró Abbas, subrayando el impacto negativo en las comunidades rurales y llamando a los ministros a priorizar la justicia y la sostenibilidad.
Además, enfatizó: “No habrá bioeconomía sin las salvaguardas de la agroecología, la soberanía alimentaria, los límites planetarios y el derecho a la alimentación”.
Qammar Abbas y Helen Pörtner, otra delegada de La Vía Campesina en representación de la juventud de AbL, también participaron en el Foro de Jóvenes Agricultores, que tuvo lugar el primer día del GFFA. Junto con otros 18 jóvenes agricultorxs, negociaron una declaración juvenil que fue compartida con todos los ministros presentes. Al cuestionar las relaciones de poder detrás de la bioeconomía, lograron incluir preocupaciones críticas y las demandas clave de LVC en la declaración.
Después de presentar su declaración conjunta, los delegados de LVC se unieron a la manifestación anual Wir haben es satt! (“¡Estamos hartos!”). Dirigiéndose a la multitud, Morgan Ody pronunció un poderoso discurso:
“Setecientos treinta y tres millones de personas en el mundo sufren hambre mientras las corporaciones multinacionales agroalimentarias obtienen ganancias récord. A pesar de una producción récord de alimentos a nivel mundial, el hambre persiste incluso en Europa. En Francia, el 15% de la población depende de la ayuda alimentaria.
El hambre no es un problema técnico, sino político, vinculado a la injusticia y la desigualdad. Mientras millones pasan hambre, los multimillonarios se enriquecen más y las corporaciones multinacionales prosperan. ¡Estamos hartos de esto!
La agroecología campesina demuestra que es posible cultivar de manera que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, se proteja la biodiversidad, se mejore la fertilidad del suelo y se conserve el agua. Con más de 200 millones de campesinxs y trabajadorxs rurales en todo el mundo, La Vía Campesina lucha por seguir produciendo alimentos saludables para las sociedades sin abandonar nuestras tierras, a pesar del acaparamiento de tierras, el robo de agua y las corporaciones explotadoras.
Nuestras demandas incluyen:
- Una distribución justa de tierras y agua a través de una reforma agraria.
- Protección de los derechos campesinos mediante la UNDROP.
- Una remuneración justa para lxs pequeñxs agricultorxs mediante la regulación de mercados y precios justos.
- Apoyo a la agroecología gravando los insumos químicos y capacitando a la juventud en prácticas sostenibles.
En todas estas luchas, las mujeres y la juventud deben ocupar un lugar central.
Ante las crecientes desigualdades y catástrofes ambientales, el capitalismo neoliberal ha demostrado ser incapaz de ofrecer soluciones. En lugar de abordar la desigualdad, las élites económicas y muchos políticos apoyan a la extrema derecha, que protege los privilegios mientras perpetúa la injusticia.
La Vía Campesina está construyendo solidaridad campesina internacional contra todas las formas de dominación capitalista, colonial y patriarcal. ¡Globalizamos la lucha para globalizar la esperanza!”
A través de su participación activa en el GFFA y más allá, La Vía Campesina continúa amplificando las voces de campesinos, agricultores y trabajadores rurales, luchando por la soberanía alimentaria para un futuro justo y digno para todxs.
Fuente: La Vía Campesina