3er Foro Global Nyéléni: el clamor por la ‘transformación sistémica’ se intensifica mientras Sri Lanka se prepara para albergar el mayor encuentro de movimientos sociales del mundo

En menos de siete meses del 3er Foro Global Nyéléni—uno de los encuentros más diversos y significativos del mundo, con representantes de la pequeña producción de alimentos, pueblos Indígenas, pastoralistas, trabajadores de la cadena alimentaria, jornaleros y trabajadores migrantes en áreas urbanas y rurales, movimientos feministas y por la justicia climática, defensoras y defensores de las economías sociales y solidarias y de la salud para todos, grupos de consumidores y trabajadores de otros sectores—, la agenda por la ‘transformación sistémica’ vuelve con más fuerza que nunca.

El momento es clave. Estamos viviendo tiempos de crisis múltiples: catástrofes climáticas recurrentes, pérdida de biodiversidad, la sexta extinción masiva de especies, guerra, genocidio, campañas de limpieza étnica, ocupación neocolonial, racismo, xenofobia, hambre, altos niveles de desigualdad, inflación, amenazas de pandemias, avance del fundamentalismo religioso, violencia de género, conservadurismo, autoritarismo, fascismo y un acelerado deterioro de los derechos humanos en todas partes.

Mientras tanto, los oligarcas y las corporaciones transnacionales—en algunos casos abiertamente (como en Estados Unidos) y en otros de manera encubierta (como ocurre en varios países del Sur Global)—siguen manipulando los procesos democráticos y, en muchos casos, gobernando de facto.

Pero, a pesar de toda la propaganda y el control, la cruda realidad acaba por salir a la luz, revelando el verdadero estado de las cosas. Hoy, más de dos mil millones de personas no tienen acceso a una alimentación adecuada. Pese a los discursos de los defensores del capitalismo y las manipulaciones estadísticas del Banco Mundial y el FMI para maquillar la reducción de la pobreza, el hecho de que un cuarto de la población mundial no pueda acceder a una alimentación saludable es la prueba más contundente del fracaso de este sistema. Nos afecta a todxs. No importa si eres una campesina cultivando la tierra, un pescador en altamar, una trabajadora de la salud en la primera línea de una pandemia, una migrante en riesgo de deportación, una mujer defendiendo su cuerpo, un taxista en la ciudad, un trabajador industrial o de servicios, o una estudiante dando sus primeros pasos. Este sistema nos ha fallado a todxs.

Sin embargo, la maquinaria de acumulación de capital no se detiene. Quienes han causado estas crisis sistémicas siguen aferrándose al poder: comprando gobiernos, amenazando con limpiezas étnicas para convertir sus países en ‘rivieras de lujo’ para la oligarquía, deshumanizando a las personas por su identidad, privatizando, comercializando y financiarizando los recursos genéticos y toda la biodiversidad, mientras deshacen décadas de luchas por los derechos de las mujeres y de lxs trabajadorxs.

Una crisis global de esta magnitud requiere una respuesta global urgente: Una contraofensiva de los pueblos más afectados en todo el mundo.

Debemos asumir que esta década podría ser nuestra última oportunidad para cambiar el rumbo de la humanidad. No podemos seguir luchando de forma aislada en nuestras organizaciones o sectores. Es momento de unirnos—más allá de las fronteras impuestas—para impulsar e implementar masivamente nuestras propuestas y así cambiar el rumbo social, político, económico y ambiental del planeta y sus pueblos..

Los movimientos sociales que dieron origen al proceso de Nyéléni han impulsado durante décadas propuestas clave, como la soberanía alimentaria y la agroecología, como alternativas necesarias frente al sistema alimentario industrial, el control corporativo y la explotación de los pueblos y la naturaleza.

Estas luchas ya han transformado territorios, influido en políticas públicas y fortalecido la resistencia colectiva contra el neoliberalismo. Ahora, se están expandiendo con nuevas propuestas de más movimientos sociales, arraigadas en la economía social y solidaria, la economía feminista, el buen vivir, la salud para los pueblos, la soberanía energética, una transición energética justa y feminista, y el control y manejo popular de los bosques y otros territorios—juntos forjando el camino hacia la transformación sistémica que necesitamos con urgencia.

Llega el segundo cartel de la serie que está moldeando el imaginario del 3er Foro Global Nyéléni. Esta edición refleja la convergencia de luchas, destacando a los movimientos por la economía social y solidaria, la salud de los pueblos y la justicia climática y ambiental unidos en la causa. Un recordatorio poderoso de que nuestras luchas están profundamente conectadas—y juntxs, estamos construyendo el camino hacia la transformación sistémica.

El 3er Foro Global Nyéléni—que se celebrará en Sri Lanka en septiembre de 2025—es un paso más en la construcción de esta respuesta global. Este foro reunirá la representación más diversa de las clases trabajadoras del mundo, ampliando su alcance más allá de su base tradicional de productores de alimentos a pequeña escala. También incluirá organizaciones de mujeres, sindicatos, movimientos de trabajadoras de la salud, organizaciones por la justicia climática y la economía social y solidaria, estudiantes, Pueblos Indígenas, trabajadoras migrantes y muchas otras luchas de más de 80 países de todos los rincones del planeta.

Este foro congregará a una diversidad de representantes de organizaciones y movimientos sociales y popularesde todo el mundo, para construir propuestas y acciones conjuntas que enfrenten las crisis actuales. Pero, sobre todo, será un espacio de solidaridad y unidad, donde convergerán culturas y experiencias de lucha, ofreciendo a quienes quieran documentar y contar historias un sinfín de relatos sobre la resistencia de las clases trabajadoras del mundo.

Cuando se escriba la historia de nuestro tiempo, será fundamental mostrar cómo los pueblos del mundo se unieron para enfrentar el fascismo, el neocolonialismo, el imperialismo, el racismo y el patriarcado. Sri Lanka es el escenario ideal para este proceso. La lucha nacional (Aragalaya) que la clase trabajadora de Sri Lanka llevó adelante en 2022 y que logró derrocar a un gobierno corrupto es el fuego que necesitamos avivar para encender la esperanza y la solidaridad en el mundo.

Las propuestas que construyamos aquí serán para todxs, porque si realmente queremos aprovechar esta última oportunidad para salvar el único hogar que tenemos—la Madre Tierra— y realizar los derechos de los pueblos, ningún pueblo debe quedar atrás y los gobiernos de todo el mundo deben escuchar.

¡La transformación sistémica es ahora o nunca!

Fuente: La Vía Campesina