Los daños que la biodiversidad mundial sufre actualmente1,2 y su impacto negativo en la obtención de nuevas moléculas de interés terapéutico es una triste realidad, porque hay especies que han desaparecido del planeta. Los Programas de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y para el Desarrollo (PNUD), la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) y la Convención sobre Diversidad Biológica (CBD) auspiciaron la publicación del libro Sustaining Life , donde se trata con profundidad este problema, se expresa: «...con la desaparición de los recursos naturales desaparecerá gran parte de las formas de vida terrestre y marina de interés económico y médico antes de conocer sus secretos, o sin saber que existen, en algunos casos».3,4