Uruguay: agrotóxicos contaminan Laguna del Cisne
Desde diciembre del 2012 la Laguna del Cisne, ubicada en el departamento de Canelones, se ha visto seriamente afectada por el uso de agrotóxicos, dado que en los campos linderos a la misma se ha sembrado soja transgénica. Las plantaciones de soja transgénica, llegan a escasos metros de la laguna, e incluso en zonas inundables.
La cuenca de la Laguna del Cisne, que toma ese nombre porque en una época supo albergar cisnes de cuello negro, se encuentra delimitada al norte por la ruta 8 (vieja), al este por la ruta 11, al sur por la ruta Interbalnearia, al oeste por la ruta 87 y al noroeste por la ruta 34.
La Laguna aprovisiona de agua a la Usina de OSE Salinas, que abastece de agua potable a gran parte de la costa de oro (22.800 conexiones en el año 2008) desde el balneario Neptunia hasta Costa Azul.
Los vecinos han constatado paulatinamente un deterioro ecológico, muerte de peces, anfibios, aves y disminución de la vegetación de superficie de la laguna. La cercanía de las plantaciones a las viviendas, en algunos casos apenas a 10 metros de distancia ha provocado impactos en los pobladores de la zona, como resultado de las fumigaciones y la deriva de los agrotóxicos utilizados en los cultivos.
Algunos habitantes de la zona manifiestan haber tenido diarreas, sarpullido en la piel, ardor en los ojos y tos.
Regulaciones laxas y que no se cumplen
En mayo 2004 el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, (MGAP), elaboró una regulación a nivel nacional, que prohíbe las aplicaciones aéreas de agrotóxicos a una distancia inferior a 500 metros y aplicaciones terrestres a una distancia inferior a 300 metros de zonas urbanas o suburbanas y centros poblados.
Cabe recordar que en el departamento de Canelones están prohibidas las fumigaciones aéreas.
A pesar de existir esta regulación, los cultivos de soja transgénica, en algunos casos han llegado hasta el borde del jardín de algunas casas y se ha fumigado a pocos metros de las viviendas.
Queda claro que no es posible que la regulación se pueda cumplir ya que los cultivos ya están instalados a una distancia muy inferior a 300 metros. El dueño del cultivo apuesta a conservarlo por lo que la regulación lisa y llanamente no se cumple. Como resultado los pobladores y su entorno se contaminan impunemente.
En febrero de 2008 el MGAP plantea la necesidad de establecer mayores restricciones a la aplicación de agrotóxicos cuando la misma se realice en cultivos próximos a corrientes naturales de agua o fuentes de agua superficiales y contar con disposiciones específicas tendientes a reducir los posibles riesgos derivados del manejo y aplicación.
A esos efectos resuelve prohibir la aplicación aérea de agrotóxicos en todo tipo de cultivo a una distancia inferior a 30 metros de corrientes naturales de agua (ríos, arroyos y cañadas) o fuentes superficiales (lagos, lagunas, represas y tajamares) y las aplicación terrestre de agrotóxicos con máquinas autopropulsadas o de arrastre en todo tipo de cultivos a una distancia inferior a 10 metros de cualquier corriente natural de agua o fuentes superficiales.
Queda claro que, esta medida básicamente lo que hace es reconocer el aumento del uso de agrotóxicos y la necesidad de implementar restricciones. Sin embargo la “protección” de las fuentes de agua está lejos de ser real, por un lado 10 o 30 metros es una distancia totalmente insuficiente, y menos aún donde no se toma en cuenta la deriva, y menos la filtración de estos venenos al suelo, que finalmente llegan a las fuentes de agua.
Dado que la Laguna del Cisne como tantas fuentes de agua de nuestro país, se encuentra amenazada seriamente por el uso masivo de agrotóxicos y abastece gran parte de la población de la costa de oro, lo menos que podrían hacer las autoridades competentes es controlar los agrotóxicos en el agua.
Seguramente, si esta práctica se implementara, los residuos de venenos serían alarmantes y motivaría a que se prohibiese el cultivo no sólo de soja transgénica, sino de cualquier otro cultivo o actividad que contamine el agua, en las orillas de la Laguna del Cisne, como en otras fuentes de agua de nuestro país.
Fuente: RAP-AL