Uruguay: Montevideo sitiado por los transgénicos, ¿Protegerán las autoridades la muralla?
De acuerdo al informe país redactado en el libro América Latina: La transgénesis de un continente, la soja transgénica en nuestro país fue autorizada para su producción, importación y consumo (humana y animal), el 2 de octubre de 1996 por Resolución de la Dirección de Servicios de Protección Agrícola, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Desde ese entonces su cultivo ha aumentado sustancialmente, desplazando a la soja convencional y a otros cultivos.
Entre los años 2000/01 y 2007/08 el área cultivada pasó de 10.000 a 462.000 hectáreas, constituyendo el 75% del área de cultivos de verano y llegando a ser el cultivo de mayor extensión en nuestro país. De acuerdo al Servicio Internacional para la Adquisición de Agri-Aplicaciones de la Biotecnología (ISAAA) nuestro país ha alcanzado -en proporción a su superficie- el cuarto lugar en el cultivo de transgénicos a escala mundial.
Los cultivos de soja han impuesto un cambio sustancial en la producción agropecuaria, no solo por su extensión sino por su intensidad.
En el 2003, después de dos años de evaluación, se autorizó el maíz transgénico MON 810 y posteriormente en el 2004, se autorizó el segundo maíz transgénico BT11. Todos estos cultivos han sido establecidos para fines comerciales y de uso humano y animal.
En la zafra 2007/08, el maíz transgénico ocupó una superficie de casi 100.000 hectáreas, significando el 16% de los cultivos de verano. (1)
Impactos causados por los cultivos transgénicos
El modelo basado en la utilización de semillas transgénicas -siembra directa y utilización de un amplio paquete de agrotóxicos- ha determinado grandes impactos a todo nivel. Algunos de los impactos sociales han estado determinados por una fuerte concentración y extranjerización de la tierra y suba del precio de la tierra, provocando así la expulsión y desaparición de pequeños productores de sus campos. Entre los impactos ambientales se encuentra la degradación y erosión de los suelos y la contaminación, habiéndose constatado numerosos casos de mortandades de abejas y de peces. El aumento de los agrotóxicos ha sido de entre el 300 a 500 %.
Ha sido demostrada la imposibilidad de coexistencia entre dos modelos de producción, que se manejan con parámetros y objetivos diferentes. Por un lado, un modelo basado en la diversidad, la sustentabilidad, la pequeña o mediana escala y en cierta manera preocupada por la conservación de los recursos naturales. Por otro lado, un modelo basado en grandes monocultivos, maquinarias, fertilizantes químicos y agrotóxicos, que concentra y degrada los recursos, desplazando al pequeño productor.
Los cultivos transgénicos ya han llegado a 18 de los 19 departamentos del Uruguay, en algunos con más fuerza (como en los departamentos del litoral oeste del país) y llegando a otros en fecha más reciente, como en los departamentos del este del país.
Solo queda Montevideo
Montevideo es el departamento más poblado del Uruguay, donde habita casi la mitad de la población y donde a su vez existe una producción familiar importante dedicada a la horticultura y fruticultura.
De acuerdo a los datos que difunde la Intendencia de Montevideo, el área rural de Montevideo abarca más del 60% del territorio del departamento y en él desarrollan su actividad 1360 productores, trabajan 5000 personas y viven 60000.
Con menos de la milésima parte de la superficie productiva del país se estima que Montevideo aporta más del 3% al producto bruto agropecuario nacional.
El área rural de Montevideo abastece más de la mitad del consumo nacional de hortalizas de hoja (lechuga, acelga y espinaca); más de la cuarta parte de las manzanas, duraznos, peras y ciruelas así como importantes porcentajes de la producción de limones, uvas y tomates.
Las familias granjeras viven en pequeños predios de 10 hectáreas en promedio, comparados con las 290 hectáreas promedio de los establecimientos agropecuarios en el país.
Recientemente se ha conocido la intención de un productor de sembrar soja transgénica en zonas adyacentes al aeropuerto de Montevideo, en una extensión de 120 a 200 hectáreas.
Montevideo se encuentra sitiado desde los últimos años por la soja y el maíz transgénico. La introducción de cultivos transgénicos en el departamento de Montevideo significaría abrir una brecha al único departamento libre de estos cultivos y resultaría en la expulsión de pequeños granjeros horticultores y fruticultores y poblaciones enteras serán desplazadas a la ciudad huyendo de los bombardeos de agrotóxicos al verse imposibilitados a continuar con su producción.
Herramienta para mantener la muralla
En el año 2002 la Junta Departamental, en Resolución Nº 8232 resuelve “Promover la prohibición de importación y/o producción de organismos animales y vegetales modificados genéticamente”. (2)
Después de siete años de esta resolución y a la vista de los impactos que han significado los cultivos transgénicos en los países vecinos y el nuestro, bien podría la Junta Departamental de Montevideo resolver la prohibición de importación y/o producción de organismos animales y vegetales modificados genéticamente”.
Algunas de las consideraciones presentadas en ese entonces fueron: “el riesgo de disminución de la biodiversidad, la potencial transferencia de genes entre cultivos modificados y naturales, el potencial aumento de productos químicos cuya consecuencia es la contaminación del suelo, del agua y de los alimentos, el aumento de riesgo de aparición de resistencia a las toxinas producidas por los OGM, la posibilidad de creación de nuevos virus, la posibilidad de afectación de otros organismos del ecosistema aunque estos no sean el objetivo para el cual fueron pensadas dichas sustancias”.
Muchos de esos potenciales riesgos ya se han constatado en nuestro país. La responsabilidad de impedir que en Montevideo ocurra lo expresado anteriormente, está en manos de las autoridades departamentales, que pueden dejar que la resolución quede como un simple deseo o que se convierta en una real “prohibición” de importación y/o producción de organismos animales y vegetales modificados genéticamente”.
Fuentes:
(1) http://www.rapaluruguay.org
(2) http://www.juntamvd.gub.uy
María Isabel Cárcamo
Setiembre 2009
Fuente: RAPAL Uruguay