Un nuevo límite planetario transpuesto: el límite del agua dulce supera los límites de seguridad
Una reevaluación del límite planetario del agua dulce indica que ya ha sido transgredido, según un equipo internacional de investigadores dirigido por el Centro de Resiliencia de Estocolmo y que incluye al Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam. Esta conclusión se debe a la inclusión por primera vez del "agua verde" -el agua disponible para las plantas- en la evaluación de los límites.
"El agua es la corriente sanguínea de la biosfera. Pero estamos cambiando profundamente el ciclo del agua. Esto está afectando a la salud de todo el planeta, haciéndolo significativamente menos resistente a las perturbaciones", afirma el autor principal, Lan Wang-Erlandsson, del Stockholm Resilience Centre (SRC) de la Universidad de Estocolmo.
El marco de los límites planetarios se publicó por primera vez en 2009 bajo la dirección de Johan Rockström, entonces director del SRC, hoy director del Instituto de Potsdam, y coautor del nuevo estudio. Los límites planetarios delimitan el espacio operativo seguro para la humanidad. El agua es uno de los nueve reguladores del estado del sistema terrestre, y es el sexto límite que los científicos han evaluado como transgredido. Otros límites transgredidos son: el cambio climático, la integridad de la biosfera, los ciclos biogeoquímicos, el cambio de uso del suelo y, en 2022, las nuevas entidades, que incluyen el plástico y otras sustancias químicas de origen humano.
Distinción entre "agua azul" y "agua verde
Hasta ahora, se consideraba que el límite del agua estaba dentro de la zona segura. Sin embargo, el límite original del agua dulce sólo se centraba en la extracción de agua en ríos, lagos y aguas subterráneas, lo que se conoce como "agua azul". Ahora los investigadores han estudiado el límite del agua con más detalle. Los autores sostienen que las evaluaciones anteriores no captan suficientemente el papel del agua verde y, en particular, de la humedad del suelo para garantizar la resistencia de la biosfera, asegurar los sumideros de carbono terrestre y regular la circulación atmosférica.
"La selva amazónica depende de la humedad del suelo para su supervivencia. Pero hay pruebas de que algunas partes del Amazonas se están secando. La selva está perdiendo humedad del suelo como resultado del cambio climático y la deforestación", dice Arne Tobian, segundo autor y candidato a doctor en el Centro de Resiliencia de Estocolmo y el Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam. "Estos cambios están acercando potencialmente a la Amazonia a un punto de inflexión en el que grandes partes podrían pasar de la selva a estados similares a la sabana", añade.
Y no es sólo en la Amazonia. Este fenómeno es global. En todas partes, desde los bosques boreales hasta los trópicos, desde las tierras de cultivo hasta los bosques, la humedad del suelo está cambiando. Los suelos anormalmente húmedos y secos son cada vez más frecuentes.
"Este último análisis científico muestra cómo nosotros, los humanos, podríamos estar empujando el agua verde muy por encima de la variabilidad que la Tierra ha experimentado durante varios miles de años en el período Holoceno", concluye Rockström. "Esto es grave y supone una amenaza para los sistemas de soporte de la vida en la Tierra, causada por el calentamiento global, la gestión insostenible de la tierra y la destrucción de la naturaleza".
Fuente: ClimaTerra