Tres generaciones en riesgo a causa de los agrotóxicos
La Dra Stella Benitez Leite, pediatra y docente investigadora de la Universidad Católica, lideró el equipo que llevó adelante el proyecto de investigación, respaldado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), respecto al daño al ADN de niños expuestos a plaguicidas.
El estudio se basó en el análisis de las células de 43 niños de la comunidad de San Juan, en el Departamento de Canindeyú, que se encuentran rodeados de sojales y expuestos permanentemente a las fumigaciones con agrotóxicos que realizan los productores sojeros del lugar. Los niños y niñas tenían entre 5 y 10 años, las muestras fueron tomadas en el año 2016 y los resultados comparados con los que arrojaron estudios similares a las células de niños de la comunidad de Sargento Báez, Departamento de Cordillera, donde no se usan agrotóxicos.
Los resultados mostraron diferencias que las células de los niños de la Comunidad de San Juan se encuentran dañados en un número significativamente mayor; según los investigadores éstas variaciones sólo son atribuibles a la exposición permanente a los plaguicidas que sufren los niños de San Juan. “Los niños son una población muy vulnerable, encontramos mayor genotoxicidad y citotoxicicdad en las células de los niños que están expuestos a plaguicidas” señaló la Dra Benítez Leite y aclaró que estos daños celulares pueden derivar en graves afectaciones a la salud.
“Puede no pasar nada y la célula puede repararse, o puede mutar a enfermedades que afecten el neurodesarrollo, cáncer, parkinson o también puede producir en otras generaciones abortos espontáneos y malformaciones, si los daños afectan las células germinales, óvulos o espermatozoides” agregó la investigadora. Según relataron, los plaguicidas afectan distintas células y al afectar a una mujer gestante, también dañan las células del feto e incluso a una siguiente generación “hay tres generaciones en riesgo por el uso de plaguicidas” sentenciaron.
Los académicos mencionaron que el plaguicida más utilizado en el país es el glifosato, que fuera prohibido en varios países y calificado por la Organización Mundial de la Salud como potencialmente cancerígeno, sin embargo actualmente se utilizan mezclas de plaguicidas más potentes, como el 2,4D, conocido como agente naranja, e indicaron que aún no hay información sobre los graves daños que pueden causar estas mezclas de venenos que son cada vez más tóxicos.
Según datos publicados en el Informe Con la Soja al Cuello, Paraguay importa el 6,2% de los agrotóxicos a nivel mundial, llegando a 52.067 toneladas importadas de agroquímicos durante el 2017, con un promedio de 7,4 kilos por cada habitante. Estos tóxicos riegan las más de 3.6 millones de hectáreas sembradas con cultivos transgénicos en Paraguay