Perú prorrogó el ingreso de transgénicos hasta 2035
El Congreso peruano extendió los plazos de una norma que exige al Estado peruano realizar los estudios de impacto ambiental antes de permitir el ingreso de transgénicos que impacten de manera negativa en la biodiversidad del país.
El Congreso peruano aprobó una moratoria que prohíbe el ingreso de Organismos Vivos Modificados (OVM) con fines de cultivo o crianza al país hasta 2035, plazo en el que el Estado deberá continuar con las investigaciones respecto del impacto que los transgénicos podrían tener respecto de la riqueza genética de la biodiversidad peruana. “El Perú seguirá siendo el banco genético más importante del mundo. La moratoria permite llevar adelante una Ley esperada por miles de familias campesinas de nuestra agricultura familiar”, celebró la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro).
El país andino había establecido una primera moratoria para el ingreso de transgénicos en 2011, a partir de la Ley 29.811, en la que se había establecido un plazo de 10 años para que el Ministerio de Ambiente peruano llevara adelante las investigaciones de impacto ambiental, pero en julio pasado, cuando se acercaba el vencimiento del plazo, la cartera ambiental informó que el estudio aún no estaba completo.
Con esa información en mano, los legisladores Lenin Bazán (Frente Amplio) y Rolando Campos (Acción Popular) presentaron dos proyectos de ley para ampliar la prórroga de ingreso de transgénicos hasta 2035, que obtuvo dictamen en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología a principio de septiembre. “El Ministerio de Ambiente no ha concluido con el ordenamiento territorial ambiental que garantice la conservación de los centros de origen y la biodiversidad”, argumentó Bazán.
La moratoria fue aprobada por el Plenario Agrario en octubre y sancionada de manera definitiva por el Congreso con la firma de la presidenta del Poder Legislativo, Mirtha Vásquez, una referente en la lucha contra la explotación de la megaminería en la región de Cajamarca. La aprobación por parte del Congreso es un mecanismo constitucional que permitió saltar la negativa del presidente Francisco Sagasti, quien asumió en noviembre pasado en medio de una grave crisis política.
A partir de ahora, el Poder Ejecutivo deberá presentar, en un plazo de 60 días, un nuevo calendario para el cumplimiento de la ley 29.811 y la cartera ambiental deberá informar anualmente al Congreso sobre los avances y resultados. La moratoria no impide la investigación de transgénicos en laboratorios ni la importación de transgénicos para alimentación humana, animal o procesamiento, según precisó el portal Servindi.
La moratoria sancionada por el Congreso peruano coincide con el reciente decreto del presidente de México, Juan Manuel López Obrador, que ordenó la eliminación del glifosato y la prohibición de los cultivos de maíz transgénico a partir de 2024.
Perú sin transgénicos: “la biodiversidad es nuestra identidad”
La norma fue aprobada con el respaldo de la campaña “La biodiversidad es nuestra identidad”, que reunió a 30 organizaciones de todo el país para difundir el impacto negativo que tendría el ingreso de los transgénicos para los cultivos nativos, la gastronomía y la cultura peruana, y reunió 20 mil firmas a favor de la nueva moratoria. Otra campaña que respaldó la moratoria fue la plataforma “Perú libre de transgénicos”, que contó con el apoyo de cientos de organizaciones y de reconocidos chefs peruanos como Virgilio Martínez y Mitsuharu Tsumura.
“Si el Perú busca proteger completamente su biodiversidad a nivel nacional, debe declararse como un país libre de transgénicos”, destacó el agrónomo peruano Luis Gomero, en línea con otros especialistas del país andino que advierten sobre los cambios socioculturales, sanitarios y económicos que implicaría el ingreso de transgénicos.
En julio pasado, cuando la prórroga de la moratoria aún estaba en debate, el director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, José Álvarez Alonso, explicó al sitio peruano Actualidad Ambiental, el avance de las investigaciones sobre el impacto ambiental tendría el ingreso de los OVM: “Se han identificado zonas en las que, por su alta diversidad genética, sería muy riesgosa la liberación de OVM; mientras que en otras, especialmente en la costa y selva, el uso de esta tecnología representaría un menor riesgo. También se ha estudiado los factores sociales y económicos asociados a los cultivos que han sido priorizados, lo que permitirá realizar análisis de riesgos integrales”.
Fuente: Agencia Tierra Viva