“Para evitar la resistencia antimicrobiana hay que cambiar el modelo de producción”
Argentina sancionó una ley para limitar el uso de antibióticos y prevenir la Resistencia Antimicrobiana, un grave problema de salud que avanza en todo el mundo. El uso de estos fármacos en la cría de animales para consumo humano está directamente vinculado al modelo agroindustrial. La necesidad de rechazar las megafactorías y promover la agroecología.
Entre las diez principales amenazas de salud pública internacional, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), está la Resistencia Antimicrobiana (RAM), que ocurre cuando virus, hongos, parásitos o bacterias que causan enfermedades se vuelven resistentes a los antibióticos. En 2050 podría significar la principal causa de muerte a nivel global. En ese contexto, Argentina sancionó una ley para prevenir y controlar la Resistencia Antimicrobiana, pero no se cuestiona una de sus principales causas: la cría industrial de animales para consumo humano.
Está probado que el uso indiscriminado de antibióticos promueve el desarrollo de resistencias y es imprescindible reducir su uso a solo situaciones imprescindibles. El médico veterinario Gabriel Soler, integrante de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional de La Plata, explica que "ante la producción industrial, cuando se juntan miles y miles de animales como aves, cerdos y bovinos en espacios reducidos es 'necesario' el uso de los antibióticos". Esos fármacos utilizados en animales comestibles (vacas, cerdos, pollos) se incorporan en la masa muscular y son ingeridos por las personas. "Eso trae resistencias a los antibióticos ante patologías que sufre el comensal. La persona consume de forma más o menos continuada carne a la que se le ha dado antibióticos toda la vida", explica. Los antibióticos utilizados en los animales son similares a los que se utilizan en las personas y son fabricados, en gran medida, por las mismas empresas (Pfizer y Bayer, entre otras).
¿Por qué es necesario el uso de antibióticos en animales de cría? Soler expone que los patógenos pueden provenir por las aves, el viento o por las personas que trabajan con ellos. "La contaminación aérea o por contacto de ropa o de manos es muy frecuente. Sobre todo en los animales que están en grupos medianos o grandes", explicita. Es decir, aquellos animales que son producidos de forma industrial. Para el médico veterinario en esos casos es mucho más peligrosa la posibilidad de que haya una contaminación por algún agente infeccioso y se lo previene con el uso de los antibióticos. "O se produce de otra manera o seguiremos necesariamente aplicando antibióticos o productos de síntesis química", advierte.
—La OMS estima que para 2050 la resistencia antimicrobiana será la principal causa de muerte a nivel mundial. ¿Qué relación hay entre este pronóstico y la expansión de la producción industrial de animales?
—Es muy posible que en 2050 haya problemas muy severos en la humanidad por resistencia a los antibióticos, adquirida por el uso de estas sustancias de forma directa y por el consumo de animales que estuvieron toda su vida tratados con antibióticos. El riesgo de que los animales estén encerrados y no se mueran en una epidemia se 'previene' con esos medicamentos, pero comemos esos animales y las consecuencias las tendremos nosotros, porque las bacterias se acostumbran a la relación biótica con esos antibióticos. Es lo que también ocurre en el modelo agropecuario con la resistencia de las llamadas 'malezas' a los químicos biocidas.
—¿Cuál es la salida a este modelo?
—No echar venenos en los campos, no echar antibióticos en los animales, no criar 20.000 aves en un galpón, 500 chanchas en un galpón o cien novillos pegados unos a otros, que se orinan y defecan uno encima de otro. Entonces, o se produce de otra manera o seguiremos necesariamente aplicando antibióticos o productos de síntesis química. Lo que hay que cambiar es el modelo de producción e ir en contra del capital.
Una ley nacional para evitar la resistencia antimicrobiana
En agosto pasado Argentina aprobó y reglamentó la Ley de Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana, cuyo objetivo es fomentar el uso responsable de los antibióticos y regular cuestiones referidas al expendio y uso, tanto en salud humana como animal. En materia de salud animal establece la eliminación gradual del uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento en animales para consumo humano. El Senasa será el responsable de elaborar y mantener actualizada la lista de antimicrobianos prohibidos para este uso, definiendo los plazos para tal fin.
Además, la Ley crea el Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos y las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud. También aborda la prevención en materia de gestión de desechos y de alternativas seguras a los antimicrobianos para la salud de los humanos, los animales terrestres y acuáticos y las plantas. La norma es el epílogo de una serie de medidas que a nivel global y local se vienen anunciando para una problemática sanitaria producida por el modelo de producción industrial.
Desde la OMS, en su sesión del Comité Regional para las Américas, se resolvió aprobar el plan sobre resistencia antimicrobiana y su aplicación en el contexto de cada país a través del diseño y adopción de medidas para enfrentar este problema de origen multifactorial. La meta es garantizar que se pueda seguir previniendo y tratando enfermedades infecciosas por medio de fármacos "eficaces y seguros".
En 2015, mediante una resolución conjunta de los Ministerios de Salud y Agricultura, se creó la Comisión Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana (Conacra), integrada por representantes de los ministerios nacionales de Salud, Agricultura, Ambiente, Educación y Ciencia, participando además las sociedades científicas y organismos internacionales. En 2018, el Senasa aprobó la Resolución 1119, que prohíbe la producción de alimentos para animales que incluyen antibióticos en su composición.
"La resistencia antimicrobiana ya era un problema de salud pública y la pandemia no hizo más que acelerarlo y agravarlo”, sostuvo la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, a poco de aprobarse la flamante norma en el Congreso Nacional. La nueva Ley busca optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos. Sin embargo, el Gobierno no propone avanzar hacia un modelo donde no sea necesario el uso indiscriminado de antimicrobianos en la cría de animales.
Fuente: Agencia Tierra Viva