México: ¿A usted le preocupa el maíz transgénico?

Idioma Español
País México

"Mientras que para los mexicanos el maíz es el alimento básico; el principal aporte de nutrientes en la dieta del mexicano y también el fundamento de la cultura indígena y campesina, para otros, principalmente empresas transnacionales, es sólo una mercancía muy apetecible para sus intereses mercantiles, por su eficiencia como convertidor de energía, sus posibilidades como alimento y sus múltiples usos industriales como pegamentos, aceites, azúcares y mieles, alcohol y combustibles."

Para buena nutrición,

Calabaza y frijolitos,

Luego maíz de a montón,

Pero con ricos chilitos,

Los Jefes de la Nación,

Prefieren los “negocitos”.

Cada país tiene una alimentación que lo define culturalmente: Los chinos comen arroz; los europeos, trigo y nosotros MAÍZ, mediante la ingesta de tortillas, tamales, tostadas, palomitas, pinole, gorditas, sopes, enchiladas y muchísimas más. Nuestros antepasados lo tenían como dios y hoy, muchos de nosotros lo honramos al bendecir las semillas, al sembrar la milpa, al cosechar los primeros elotes y al reconocer sus extraordinarias cualidades, ya que contiene proteína, vitaminas y minerales y al unirse al frijol complementa los nutrientes. Los especialistas en nutrición consideran que con maíz, frijol, chile y calabaza, se encuentra lo necesario para la vida.

A lo largo de casi mil años, se han venido desarrollando por los indígenas y productores del campo una gran variedad de especies de maíz, adecuados para cada tipo de ecosistema (selva, zona semiárida, planicies templadas, costa, sierra y para todas las necesidades (tortillas, totopos, pinole, pozole, tlayudas, palomitas, atoles ceremoniales). Nuestros antepasados nos enseñaron a aprovechar todo lo de la planta: hojas, espigas, elotes, raíz, cañas y granos y usaron muy acertadas tecnologías para mejorar sus cultivos usando primero la selección de las semillas en cada cosecha y luego mediante polinización planeada de maíces con maíces, procesos presentes en la naturaleza.

Pero mientras que para los mexicanos el maíz es el alimento básico; el principal aporte de nutrientes en la dieta del mexicano y también el fundamento de la cultura indígena y campesina, para otros, principalmente empresas transnacionales, es sólo una mercancía muy apetecible para sus intereses mercantiles, por su eficiencia como convertidor de energía, sus posibilidades como alimento y sus múltiples usos industriales como pegamentos, aceites, azúcares y mieles, alcohol y combustibles.

Hoy la ciencia ha dado lugar a nuevas tecnologías, entre ellas, las de los organismos genéticamente modificados o transgénicos, en las que se combinan y transfieren genes de diferentes organismos -bacterias, animales, hongos y hasta virus- de manera permanente a las plantas o animales que se quieren hacer transgénicos, lo que violenta procesos que en la naturaleza llevarían millones de años o sencillamente, serían imposibles de ocurrir. En el caso del maíz transgénico, hacen que adquiera capacidades inusitadas de resistencia a insecticidas tóxicos, pero pierden la propiedad de reproducirse naturalmente, lo que provoca dependencia, ya que hay que comprar nuevas semillas cada año; además, cada día se descubren más efectos secundarios negativos tanto para los consumidores (alergias, resistencia a antibióticos y posiblemente cáncer) como para otras especies de su medio ambiente (muerte de insectos benéficos y otras plantas y polinización de otras especies de maíz.

Este tipo de maíz es producido por empresas transnacionales (Montsanto, Novartis, etc), mismas que sólo buscan ganancias extraordinarias sin importarles las consecuencias. Tenemos que estar alertas, pues aunque hasta ahora la utilización de este tipo de semillas está prohibido, las transnacionales siguen ejerciendo todos sus mecanismos de presión y persuasión ($$$) para conseguir que les permitan sembrar en México experimentalmente y para siembras comerciales. El maíz transgénico puede acabar con las variedades de maíz nativo o criollo; la contaminación puede ocurrir por polinización; la espiga del maíz tiene gran cantidad de polen, que vuela en el viento y llega a otras plantas; el maíz contaminado también puede llegar a muchos kilómetros de distancia al trasladarlo por todo el país en camiones o en tren, pues las autoridades permiten entrar maíz transgénico a México desde Estados Unidos; también pueden contaminarse nuestros maíces al sembrar semillas mejoradas que puedan estar mezcladas con transgénicas y como los campesinos intercambian semillas, sin saberlo pueden recibir semillas contaminadas.

En las prácticas indígenas y campesinas en México es común intercambiar semillas, y si esto se cancela, eventualmente se perderá la diversidad genética. El concepto de propiedad privada no existe en este caso. El maíz es patrimonio de todas y todos. La aprobación de siembras de maíz transgénico abriría las puertas a la contaminación de los maíces mexicanos y los alimentos que se derivan de ellos. Las compañías de biotecnología ponen un marcador en los maíces que han desarrollado y registrado con una patente, por lo que pueden encontrarlos y reclamar como suyas aquellas semillas que los contengan. Si se contamina una milpa con maíz transgénico, pueden acusar de robo a quien en realidad es víctima. En Estados Unidos y en Canadá muchos pequeños productores han sido demandados y arruinados. Los maíces nativos o criollos, no pueden coexistir con los transgénicos sin contaminarse.

A pesar de que hay muchos grupos luchando contra este tipo de productos, el peligro está latente y el gobierno se mantiene a distancia, sin tomar medidas drásticas que impidan un gran desastre. La producción de alimentos básicos está desatendida, cada día somos más dependientes de alimentos básicos del exterior y cada vez son más caros y mientras, estamos alcanzando primeros lugares en obesidad y desnutrición por ingerir alimentos chatarra.

El gobierno lanza su cruzada contra el hambre, pero parece que no tiene claridad en donde están los verdaderos problemas. Y a usted ¿le preocupan los trasgénicos?

Guillermo Castellanos Guzman
moc.liamtoh@sonalletsacnireug

Fuente: Diálogo Queretano

Temas: Transgénicos

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