La multinacional Chevron gana el premio de la peor empresa del planeta
La Declaración de Berna y Greenpeace otorgaron hoy a Chevron el "Premio a la vergüenza superlativa”. Los 64 mil votantes vía Internet eligieron al gigante petrolero norteamericano como peor empresa del planeta, responsable, entre otros, del desastre ecológico en la selva virgen del norte de Ecuador.
Este premio acordado la tarde del viernes 23 de enero en la ciudad alpina helvética, es el de la despedida del "Ojo Público”, luego de tres lustros de existencia. La mirada ciudadana, crítica contra el poder económico y político mundial, considera que ese Foro no representa ya el lugar más de adecuado, ni el premio el método más efectivo de denuncia.
A partir de mayo próximo, las organizaciones que promovieron hasta ahora el "Ojo Público”, se lanzarán con otras 50 asociaciones de desarrollo, ecológicas, ambientales, de derechos humanos y sindicales, a una campaña política a favor de la Iniciativa Popular "Por multinacionales responsables”.
La misma intentará con el apoyo popular de decenas de miles de firmas, la aprobación de una ley que obligue a las multinacionales helvéticas a respetar en el extranjero -especialmente en el Sur y en el Este- los derechos humanos y los estándares medioambientales que deben cumplir en Suiza mismo.
Gigante "inhumano”
La organización Amazon Watch nominó a la empresa Chevron, con sede en San Antonio, Estados Unidos de Norteamérica, por las continuas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos y ambientales en la Amazonía norte del Ecuador.
Según la ONG, desde el inicio de sus acciones de exploración en la zona (1964), hasta la fecha, Chevron tiene el récord de más de 50 años de una práctica inmoral y antiética que ha afectado de manera directa a las poblaciones asentadas en las provincias de Orellana y Sucumbíos, en la selva ecuatoriana.
Amazon Watch recuerda que Chevron Corp., fue ya sentenciada por la justicia de Ecuador a pagar 9.500 millones de dólares debido a los daños ambientales provocados por su mala operación, con impactos nefastos en la salud y bienestar de los pobladores que habitan en las zonas afectadas, además de las implicaciones directas para el calentamiento global y la destrucción de la Amazonía.
"A pesar de ello, ha usado todo el poder económico y político para huir de la justicia mundial y poner en marcha todo el sistema de impunidad frente al abuso de las transnacionales, lo que ha llevado a los luchadores indígenas y campesinos ecuatorianos a recurrir a las Cortes de Argentina, Canadá, Brasil, e incluso a la Corte Penal Internacional en La Haya”, recuerda la organización acusadora.
Davos: entre el poder y la denuncia ciudadana
Muchos países destinan menos recursos públicos para educar a los niños de los segmentos más pobres de la población que a los menores pertenecientes a las clases más altas, revela un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
En algunos casos, la asignación de fondos educativos al 20% más rico llega a ser hasta 18 veces mayor que los destinados al 20% más pobre, detalla el estudio recientemente elaborado y que fue presentado en el marco del Foro Económico Mundial de Davos que se realizó en Suiza entre el 21 y el 24 de enero. Este Foro reúne cada año a los grandes patrones de la economía mundial así como a representantes de Gobiernos e instituciones financieras internacionales.
El informe del UNICEF pugna por un gasto más equitativo en la educación, llamando a los Gobiernos a dar prioridad a las necesidades de los niños más marginados.
La directora ejecutiva adjunta de UNICEF, Yoka Brandt, señaló que en la actualidad hay en el mundo mil millones de niños en edad de asistir a la primaria o secundaria y que muchos de ellos no reciben una educación de calidad debido a la pobreza, los conflictos y la discriminación por cuestiones de género, discapacidad o etnicidad.
"Para cambiar esta situación necesitamos revisar a fondo nuestras prácticas otorgando más recursos y distribuyéndolos igualitariamente”, apuntó. UNICEF indica que faltarían 26.000 millones de dólares para la provisión de educación universal básica en 46 países de renta baja y alertó que desde 2009 la asistencia oficial a la educación ha disminuido 10%. En este sentido, urgió a gobiernos, donantes y sector privado a incrementar el gasto en educación y a garantizar que los fondos se utilicen de manera inteligente y equitativa.
La concentración brutal de la riqueza
El documento crítico de la UNICEF se suma a otras voces de denuncia sobre la mala distribución de los recursos naturales y la riqueza en el mundo.
Apenas horas antes de iniciarse la 45 edición del Foro Económico Mundial, OXFAM Internacional había presentado a la intención de las personalidades presentes en Davos, un estudio que indica que en 2016, el 1% de la población mundial acumulará más riqueza que el otro 99%.
El Informe "Insaciable riqueza: siempre más para los que tienen ya todo” muestra que el patrimonio mundial que posee el 1% más rico del planeta pasó del 44% en 2009 al 48 % en 2014 y superará el 50% en 2016. En el 2014 cada miembro adulto de esta élite internacional poseía en promedio 2,7 millones de dólares.
Ese pequeño grupo dispondrá de más de la mitad del dinero del planeta a partir del 2016, en un marco internacional preocupante en el que una de cada nueve personas carece hoy de alimentos suficientes y más de 1.000 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día.
El año pasado, un informe de OXFAM había creado estupor en Davos. Revelaba que las 85 personas más ricas contaban con una riqueza similar a la mitad más pobre de la población mundial. En 2015, son 80 los multimillonarios que tienen el mismo patrimonio que 3 mil 500 millones de personas. Es significativo recordar que en 2010 se trataba de 388 multimillonarios. En términos nominales, la riqueza de las 80 personas más enriquecidas del mundo se duplicó entre 2009 y 2014, subraya OXFAM.
La ONG internacional llama a los Estados a adoptar un plan de 7 puntos para luchar contra las desigualdades crecientes. Entre las propuestas: terminar con la evasión fiscal de las grandes empresas y fortunas; invertir a favor de la gratuidad y la universalidad de los servicios públicos como la salud y la educación; repartir con justicia la carga fiscal; instaurar un salario mínimo y trabajar a favor de un salario decente; instaurar una legislación a favor de la igualdad salarial; promover una política de protección social que favorezca a los más empobrecidos e internacionalizar y generalizar la lucha contra la desigualdad.
*Sergio Ferrari, en colaboración con E-CHANGER/COMUNDO, organización helvética de cooperación solidaria integrante de la Asociación *Derecho sin Fronteras*
Fuente: Adital