Abdo pone el INDERT en manos sojeros.
El Presidente Mario Abdo Benítez y el Ministro de Agricultura, Rodolfo Frieddman confirmaron que el nuevo titular del instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) será Mario Vega, conocido activista de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, uno de los gremios más poderosos vinculados al agronegocio y a la producción extensiva de soja. Vega es también militante del Movimiento Colorado Añetete y estará a cargo del ente encargado de la política de tierras, donde los conflictos entre sojeros y campesinos que reclaman la protección y recuperación de sus territorios son permanentes.
En una de sus primeras declaraciones a la prensa Vega manifestó que buscará entregar títulos a las familias campesinas que se encuentran en las colonias creadas por el INDERT, sin embargo aseguró que intentarán instalar la producción mecanizada en los mismos territorios, con esto se estaría ampliando el territorio ocupado por los rubros del agronegocio afectando cada vez más a la agricultura familiar campesina.
La presencia de Vega, miembro y activo militante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), dentro del INDERT, sería un caso más de captura de las instituciones estatales por parte de los gremios del agronegocio, ya que dejaría al arbitrio de los grandes productores sojeros los conflictos de tierra que se susciten en el país. Según el Informe Élites y Captura del Estado, de Verónica Serafini, la mayor participación del sector privado dentro de los ámbitos de decisión estatal, se da en el ámbito agropecuario y de medio ambiente. “El sector agropecuario es justamente uno de los más conflictivos y con mayores asimetrías de poder. Los gremios que representan intereses empresariales integran y forman parte de la toma de decisiones que afectan y guardan una relación directa con los conflictos en el campo, la baja gobernabilidad y la baja confianza en las instituciones públicas. En varias de estas instancias existen conflictos de interés, donde los gremios empresariales son “juez y parte” señala el estudio.
“Los gremios poderosos tienen un acceso privilegiado a espacios de consulta y decisión dentro del Estado que pueden causar conflictos de interés y contribuir al aumento de la desigualdad –especialmente si están involucrados en ámbitos de conflicto social y vulnerabilidades como el agropecuario o el de empleo. Las expresiones de la captura del Estado paraguayo son visibles, cotidianas y se producen en todos los niveles de gobierno y esto reduce la credibilidad en las autoridades e instituciones públicas” agrega Serafini.
Entre los varios conflictos que deberá resolver Vega se encuentra la recuperación de al menos un millón de hectáreas, según el propio INDERT, de tierras que deberían ser destinadas a la reforma agraria y que hoy se encuentran en manos de grandes empresarios productores de soja y otros cultivos transgénicos, contrariando lo establecido en el Estatuto Agrario.
Fuente: BASE Investigaciones Sociales