70 días de fuego: 4 millones de Ha, 12 parques y biodiversidad arrasados
Las intensas lluvias que cayeron el fin de semana en la Chiquitanía apagaron los últimos focos del incendio que por más de 70 días arrasaron esa región del país. El balance final es desastroso: 4 millones de hectáreas arrasadas, 12 áreas protegidas con afectaciones de hasta el 50%, patrimonios naturales únicos en el planeta destruidos, 4.500 familias afectadas, 100 heridos y cinco fallecidos.
La secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz, Cinthia Asin, informó que según el registro del satélite, ya no hay ningún incendio activo gracias a la lluvia, sin embargo, por un tema de prudencia el personal de la Gobernación y del Ejército se encuentra desplazado en los municipios, para prevenir que no se reactiven los focos de quema y para monitorear los restos de carbón.
“La lluvia ha sido fundamental para controlar los incendios que estaban activos por la magnitud de los mismos, y por la longitud que se tenía en algunos incendios, el frente era bastante amplio como en San Ignacio, Concepción y San Antonio de Lomerío”, indicó.
La lluvia cayó en Concepción, San Ignacio, San Matías, Puerto Suárez, San Rafael, San Miguel, Roboré, Carmen Rivero Tórrez y San Antonio de Lomerío.
Aun así, 11 incendios serán monitoreados por 24 horas y el personal continuará liquidando los focos pequeños. Ninguno de los equipos será replegado hasta que se liquide totalmente el residuo del incendio.
“Después de meses se ha controlado. Comenzó a principios de agosto toda la emergencia, todo agosto y septiembre hubo incendios de magnitud. La cantidad de hectáreas es lamentable, son casi 4 millones de hectáreas, de las que 45 por ciento corresponde a áreas protegidas”.
Los parques nacionales Otuquis, Ñembi Guasu y San Matías, además de las áreas de protección municipal Valle de Tucabaca, Laguna Marfil, Laguna Concepción, San Ignacio, San Rafael, Ríos Blanco y Negro y los sitios Ramsar (humedales de importancia internacional) Pantanal Boliviano y Concepción fueron afectados.
“Pero todas las zonas, pastizales, bosques han sufrido afectación directa. Es una situación bastante triste, costará restaurar, ya se inició el plan de restauración”, dijo Asin.
En los más de dos meses de incendio, las autoridades locales instaron al Gobierno a que declare desastre nacional, pero el Ejecutivo desoyó este pedido.
Según el reporte del Comando de Incidentes del Ministerio de Defensa, el fuego afectó a 4.472 familias, destruyó 14 viviendas, se registró 98 heridos y cinco fallecidos, de los que cuatro eran bomberos y uno, comunario.
Para el combate al fuego se movilizaron 5.562 militares, bomberos y voluntarios, además de 196 vehículos, 61 cisternas, 25 ambulancias, el avión Supertanker, el avión Ilyushin, 3 helicópteros Chinook y Sikorski de gran capacidad, 6 helicópteros medianos y 13 aeronaves pequeñas. El gasto para combatir los incendios hasta fines de septiembre llegaba a 23 millones de dólares. La comunidad internacional donó 2,5 millones.
El Comando de Incidentes reportó que los focos de fuego se redujeron de 377 a 81, quedando pocos puntos de calor activos que serían sofocados por los equipos en tierra.
Según la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), hasta el 25 de septiembre se han detectado más de 5,3 millones de hectáreas quemadas en todo el país. La mayor parte de esta superficie se concentra en el departamento de Santa Cruz, con aproximadamente 3,9 millones de ha quemadas (73%), seguido del Beni, con más de 1,2 millones de ha (23%).
5 Muertos en la Chiquitanía. Cuatro bomberos y un comunario fallecieron en hechos relacionados con el incendio en la Chiquitanía.
DATOS
Vence plazo de cabildo. Hoy a mediodía vence el plazo del cabildo cruceño para que el INRA anule los asentamientos ilegales en la Chiquitanía. Los interculturales, afines al MAS, aseguraron que defenderán sus comunidades.
“La Amazonía se muere”. La Iglesia católica advirtió este domingo que Bolivia vive uno de los momentos más preocupantes, porque la Amazonía se muere tras el incendio de los bosques y pastizales de la Chiquitania.
ARRANCA PLAN DE REGENERACIÓN
La Gobernación de Santa Cruz inició el plan de recuperación de la Chiquitanía, con el objetivo de regenerar la biodiversidad perdida en el voraz incendio que arrasó más de 4 millones de hectáreas.
“Se tiene que trabajar en las medidas de recuperación de ecosistemas y eso es trabajo de todos, se invitó a universidades, organizaciones civiles, de acuerdo a la Ley 181 de pausa ambiental, y la creación de un comité de bosques que se tiene que denominar así. El plan ya está en marcha, tenemos que recuperar todo lo que se ha dañado, de forma responsable, técnicamente”, informó la secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación, Cinthia Asin.
La autoridad afirmó que se invitó a las autoridades del gobierno central para coordinar estas tareas de recuperación.
El Gobierno, por su parte, inició también la etapa posincendio, con reuniones con dirigentes campesinos, comunidades y alcaldes de la región.
El plan gubernamental consta de dotación de viviendas, agua, reforestación y una pausa ambiental de al menos dos años.
DENUNCIAN QUE MILITARES ABREN VÍA EN ÑEMBI GUASU
Comunarios y autoridades denuncian que militares empezaron a abrir camino de 18 metros de ancho en el Parque Ñembi Guasu ,ubicado en el Territorio Autónomo Indígena Originario de Charagua-Yambae (Gaioc), una de las áreas afectadas por los incendios en el departamento de Santa Cruz. Exigen que expliquen quién autorizó el ingreso a esa zona de conservación.
“Me llegó esta denuncia de que los militares están ensanchando los caminos, con lo que no estamos de acuerdo, voy a convocar a las autoridades para asumir una posición porque es un área de conservación”, declaró el director de Coordinación y Planificación del Gobierno Autónomo Indígena Originario Campesino de Charagua-Yambae, José Ávila.
Los trabajos se habrían realizado desde el puesto militar de Suárez Arana hacia Ripio Blanco, frontera con el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya y Ñembi Guasu.
Observó que los militares consultaron a las autoridades del Gaioc, sobre esta intervención con el objetivo de ensanchar un camino que ya existía, recordó que en un área de conservación no se pueden realizar este tipo de trabajos, más aún cuando toda esa zona está “totalmente quemada”.
Explicó que los militares argumentaron que el ensanchamiento es para evitar mayores incendios, esto no es posible, insistió Miguel Suárez del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), “porque ya no hay nada de fuego”.
Fuente: Los Tiempos