Zapatistas: las mujeres van más adelante en la construcción de la autonomía
Era de madrugada, hacía mucho frío y, a pesar de que una sombra se erguía sobre la faz de la tierra, una lucecita entibiaba la palabra “resistencia”.
Doy fe bajo protesta de género.
A menos de una semana del comunicado en que se referían tres problemas de las comunidades indígenas, pero partidarias, apareció uno que da cuenta de las propias.
Sí claro, que no faltan las referencias al maquillaje que necesitó el país “para agradar al visitante” pero los dos Sup, Moisés y Galeano, anuncian que no tienen intención de mentirle “ni a nuestr@s compas de la Sexta ni a quienes apoyan y son solidari@s. Ni a ustedes, ni a ell@s ni a nadie más.” No lo necesitan.
Eso es nuestra autonomía: es nuestro el camino, nosotr@s lo caminamos, nosotr@s acertamos, nosotr@s nos equivocamos, nosotr@s nos corregimos.
En resumen, les decimos la verdad, porque de mentiras ya deben estar bastante hartos y aburridos. Y la verdad, aunque a veces duela, siempre alivia.
El proceso ha sido largo y nutrido, y a quien quiera más detalle se lo referencia a la Escuelita Zapatista si tiene intención de cómo ha sido más en detalle. Si usted no asistió a la Escuelita Zapatista en comunidad o en extramuros, o no conoce los que dicen los libros de texto, pues le recomendamos que los lea. Ahí se va a enterar de cómo ha sido el proceso de construcción de la autonomía.
Pero lo principal del nuevo comunicado surgido en el sureste mexicano es la reivindicación del papel de la mujer en la construcción de la autonomía en las comunidades zapatistas:
Pero no todo va bien. Claro les decimos que vemos una falla: las mujeres zapatistas están avanzando más que los hombres. O sea que no se está avanzando parejo.
Cada vez queda menos de aquel tiempo en que el hombre era el único que aportaba la paga para la casa. Ahora en algunas zonas los colectivos de mujeres le dan trabajo a los hombres. Y no son pocos los hogares zapatistas donde la mujer es la que le va a dar paga al hombre para que se compre una su camisa, unos sus pantalones, un su paliacate y un su peine para que esté bien galán en las próximas actividades que anunciaremos pronto.
Porque tal vez seamos sucios, feos y malos, pero eso sí: bien peinados.
La dirigencia da cuenta de los avances tanto en atención en salud (la tarea en las clínicas autónomas y los promotores de salud, la transmisión de conocimiento entre las comunidades, el acceso a tecnología médica) así como de la necesidad que ya ha surgido entre los jóvenes de avanzar más allá de la primaria y tener secundaria y prepa.
Quienes más han avanzado en los colectivos de producción y comercio, son las compañeras. Hace unos años, fruto del trabajo colectivo de la comandancia, comités e insurgent@s, (sí, también nosotr@s trabajamos para producir y conseguir paga) se destinó una cantidad a cada municipio autónomo para que las compañeras bases de apoyo lo trabajaran en colectivo en lo que decidieran ellas.
Y resulta que salieron mejor administradoras que los hombres, porque en un municipio las compañeras no sólo levantaron un colectivo de ganado con éxito, ahora está tan avanzado que ya están dando “al partir” sus vacas a otros pueblos con colectivos de mujeres (“al partir” le dicen l@s zapatistas cuando lo obtenido se “parte” a la mitad y esa mitad se le da a otra “parte”).
Igual ha ocurrido con las cooperativas de abarrotes: ya están dando préstamo a otros colectivos de región o pueblos y hasta a compañeras individuales.
En relación a lo económico, lo que se destaca es la organización del trabajo colectivo.
Según en cada lado es cómo se organizan los trabajos colectivos. Hay colectivos en pueblos y en algunos hay colectivos de hombres, de mujeres y de jóven@s. Hay colectivos de región o de municipio. Hay colectivos de zona o de Junta de Buen Gobierno. Cuando un colectivo avanza más, apoya a los otros colectivos que están más atrasados. O, como en algunas regiones, el trabajo colectivo de producción de alimentos se destina a los albergues que hay para escuelas secundarias autónomas.
Y en relación a su efectividad, pega en el lugar dónde duele, la inflación; pero con la lucidez necesaria para siempre explicar las cosas con los temas que que se conversan a nivel de calle: el precio de la tortilla demuestra como, al no haber intermediarios que se enriquezcan, se mantiene a precio accesible para los comunitarios.
En el caracol de Oventik ya tienen una tortillería autónoma. No sabemos a cómo esté ahorita el kilo de tortilla en sus geografías, pero en Oventik está a 10 pesos el kilo. Y son de maíz, no de maseca. Hasta los transportes públicos hacen viajes especiales para comprar sus tortillas ahí. En la zona de Los Altos de Chiapas, donde se encuentra el caracol de Oventik, no se produce maíz. El maíz se produce en las regiones de la Selva y se comercia entre colectivos de zona para que las familias zapatistas tengan maíz a buen precio y sin intermediarios. Para esto se usan camiones que fueron donados a las Juntas de Buen Gobierno por buenas personas que no vamos a decir su nombre pero ellas y nosotr@s sabemos quiénes son.
El comunicado da cuenta de lo hecho y los desafíos como no hace ningún gobierno. También analiza la coyuntura: cómo esa construcción de autonomía se da en medio de agresiones, ataques, hostigamientos, calumnias y silencios cómplices. En medio de una guerra, pues.
Pero eso no impide el cultivo de la fraternidad:
Ahora no les contamos del rearme de paramilitares, del aumento de patrullajes militares, aéreos y terrestres, y de todo lo que hacen los malos gobiernos para tratar de destruirnos. No les damos detalles porque lo sabemos bien que ustedes tampoco la tienen fácil, que sus resistencias y rebeldías sufren agresiones todos los días, a todas horas y en todas partes. Y que, como quiera, siguen rebeldes y resistiendo.
En realidad estas palabras, más que informar o dar cuentas, lo que quieren es abrazarlos, abrazarlas, abrazarloas, y recordarles que acá, en este rincón del mundo, tienen compas que, a pesar de las distancias en calendarios y geografías, no les olvidan.
El comunicado, que puede leerse completo en el link a continuación ( aquí) culmina con dos fragmentos de texto clásicos del zapatismo. Dos diálogos en este caso. Uno entre un indígena de comunidad partidista que interroga sobre las formas de financiación de los autónomos y el segundo, es un diálogo entre el Sup Moisés y el Sup Galeano, en que discuten la construcción del comunicado que se acaba de leer,. Sobre todo la importancia que se le da al papel de la mujer en la construcción de la autonomía.
SupMoy: Llegó en el informe que hay amenazas de muerte y que el gobierno quiere atacar los caracoles para acabar ya con el zapatismo, que porque los está haciendo quedar mal a los gobiernos.
SupGal: …
SupMoy: Que me están buscando a mí y a ti, para matarnos.
SupGal: ¿”matarnos”? ¿no será “detenernos”, “apresarnos”?
SupMoy: No, el informe dice “para matarlos”.
SupGal: Mta magre, ¿y yo por qué? Eso es racismo-colonialista-hetero-patriarcal-eurocéntrico. Si tú eres el vocero, a ti te toca. Yo sólo soy el último bastión del machismo zapatista y ya ves que estamos en franca retirada. Además, ¿por qué la violencia? Antes decían sólo “detener”, “orden de presentación”, “arresto”, ahora “matar”. Y además yo ya me morí varias veces ¿no me lo toman en cuenta? Ya, que lo den por visto y pongan “misión cumplida”. Pero no me cambies el tema: te estoy diciendo que no hay que poner en el comunicado lo de los colectivos de mujeres.
SupMoy: ¿Y por qué no?
SupGal: Pues porque si lo decimos vamos a quedar mal con el género masculino. Toda una tradición de películas de Pedro Infante y canciones de José Alfredo Jiménez corre el peligro de desaparecer. ¿Tú estás de acuerdo con que desaparezcan culturas ancestrales? No, ¿verdad?
Fuente: Desinformémonos, 24 febrero 2016