Desde los medios también se criminaliza la lucha campesina indígena

Para justificar la violencia, acusan de terroristas a quienes reclaman sus derechos.

1 de Mayo de 2013

Por Diego Montón

MDZ publicó el 27 de abril una noticia titulada “Las Farc entrenaron indígenas chilenos”, con una bajada que expresaba: “Los narcoterroristas dieron adiestramiento militar a grupo de mapuches. "Estos vínculos nunca se cortan", aseguran”.

Estigmatizaciones que tienden indefectiblemente a criminalizar a los indígenas y campesinos, reduciendo el análisis de los conflicos sociales y agrarios por medio de la “tesis” que asocia al terrorismo a todos aquellos que se resisten a soportar las violencia y la violación de los derechos humanos inherentes al desarrollo del capitalismo global.

En primer lugar, reducir el conflicto colombiano a que las Farc son “narcoterroristas” no resiste análisis histórico. Independientemente de la opinion que se tengan del movimiento armado o las valoraciones negativas en torno a los secuestros y otros accionares que podemos critircar, su origen es claramente producto de la violencia sobre los campesinos y campesinas de Colombia de mano del ejército, de la policía y bajo la coordinación del Pentágono. Los campesinos desplazados de sus tierras en Colombia se cuentan por millones, así como los asesinatos, las torturas y las desapariciones de campesinos y referentes sociales y políticos se cuentan por cientos de miles, sumando los falsos positivos y la comprobada relación entre el Ejército y los paramilitares y de estos con varios gobiernos.

En el proceso de paz para Colombia que se está llevando a cabo en La Habana, el primer punto en la mesa de negociaciones es el tema agrario, las Farc proponen que se restituyan las tierras a los campesinos dezplazados y se apoye con recursos a la produción campesina, lo que demuestra la centralidad del conflicto agrario que ya tiene más de 70 años.

Sin embargo, la forma en la que abordan los medios este conflicto ha instalado a las Farc como simplemente un grupo terrorista, y por lo tanto todo lo que pueda asociarse a ellos también tendrá algo de terrorista.

La noticia apunta claramente a dos aspectos, en primer lugar, a condicionar ese proceso de paz, y segundo, a criminalizar la lucha de los mapuches y, por ende, la lucha indígena que acontece en todo el continente.

La “fuente” de la nota es el director general de la Policía Nacional de Colombia, José Roberto León Riaño y la “notbook” de Raúl Reyes, que parece tener una memoria infinita, ya que todas las acusaciones que vinculan a movimietnos sociales con las Farc, dicen, están documentadas en esa computadora. La policía que tortura, desaparece y asesina en Colombia “dice” que en Chile miembros del las FARC entrenaron a indígenas mapuches.

Mientras, en Chile, el pueblo mapuche sige siendo marginado y discriminado, un pueblo que fue desplazado de sus tierras por la fuerza y la violencia, con su idioma negado y sus reclamos ninguneados y descalificados. Con una Ley Antiterrorista que permite encarcelarlos sin los procesos judiciales correspondientes , dado que ahora los mapuches son “terroristas”. Los dirigentes presos han realizado largas huelgas de hambre para lograr un juicio justo y no han podido, al punto de caer en coma. Varias comunidades han sido “allanadas” bajo procedimientos que invlucraron a cientos de efectivos armados hasta los dientes, como si efectivamente se tratara de una guerra. Hablamos de comunidades de pastores de cabras, en las que viven mujeres, hombres y niños, en paz y armonia con la naturaleza, pero que son mapuches y, por lo tanto, sospechosas de terrorismo. Será por esto que no hace mucho tiempo un joven activista mapuche fue asesinado a sangre fría y por la espalda por un policía.

Mientras los mapuches luchan por sus derechos, así como los estudiantes, los pescadores artesanales, los y las campesinos y campesinos, en Chile empresas transnacionales dedicadas a la megaminería, al agronegocio, a la pesca del salmón, exprimen la naturaleza y el sudor de las tierras trasandinas bajo el auspicio y la protección del Estado chileno

Pero las noticias hablan de que los mapuches son entrenados por la ETA del País Vasco, por las Farc, tanto como que en Argentina los mapuches son chilenos invasores y que no tienen derecho alguno, todo parte de un relato sin pruebas, sin fuentes confiables y que parece tener un solo objetivo: criminalizar un lucha justa y legítima, histórica, que comenzó con la llegada de los españoles que impusieron el colonialismo y el saqueo.

Las masacres de líderes campesinos indígenas vuelven a incrementarse en el continente. Honduras ya sumá más de 85 campesinos asesinados desde el golpe; en Guatemala se suceden los asesinatos y persecuciones a los mayas; en Paraguay, donde luego de la masacre de Curuguaty hubo más de 11 campesinos asesinados por la policía, hoy sólo están presos campesinos acusados por “usurpación”, mientras que los asesinos están libres; en Argentina y en Brasil han sido asesinados por paramilitares y pistoleros más de 10 campesinos y campesinas en el último año.

Al profundizarce la crisis global , la ofensiva de las transnacioanles sobre nuestro continente golpea con mucha violencia sobre los campesinos indígenas y los pueblos que defendemos la vida y la naturaleza, y para justificar esa violencia nos acusan de terroristas.

El periodismo serio debería preguntarse por los drones sin piloto que semana a semana bombardean en algún lugar del mundo matando niños, mujeres, civiles. Las fotos dan vueltas por las redes sociales , hay 100 presos en huelga de hambre en Guantánamo… ¿Quiénes son los terroristas? Bases norteamericanas por todo el planeta, causando muerte y destruyendo ciudades enteras. Pero los titulares y las fotos muy pocas veces desnudan esa realidad.

En ese marco, esperamos que los medios de comunicación locales, nacionales y latinoamericanos puedan ser criteriosos a la hora de difundir las noticias. Paradógicamente, esta de la que hablamos se origina en un cable de la agencia Efe de España.

El autor es miembro de la Secretaría Operativa de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo - Vía Campesina

Fuente: Mendoza Online