Comunicado OEP en relación con los recientes derrames petroleros en Venezuela
"La forma como vienen ocurriendo de forma permanente y sistemática derrames petroleros e incidencias de otro tipo en la industria (que se unen a la absoluta desidia gubernamental ante la que ocurren la deforestación, minería ilegal, contaminación de cuerpos de agua, entre otros), unido a la desfachatez con la que se subestiman los impactos negativos que estos eventos producen, conforman no sólo una constante que pone en riesgo la vida de los ecosistemas y el provecho humano que de ellos se obtiene, sino también revelan que nos encontramos ante un marco de impunidad socio-ambiental que, además se está agudizando en los tiempos de pandemia".
Los hechos
El domingo 2 de agosto de este año se dieron a conocer los primeros reportes [1] de pescadores y habitantes de la costa en Falcón que mostraban restos de petróleo en la costa del Golfo Triste. Imágenes satelitales, analizadas por la Sociedad Venezolana de Ecología, permiten entender que el derrame se originó en La Refinería El Palito, en una fecha aún indeterminada entre el 19 y el 22 de julio [2], sin que hubiese ningún reporte o alerta por parte de las autoridades.
Para el 01 de agosto la mancha de crudo tenía un largo aprox. de 12,5 km y se encontraba entre 1 y 2 km de la costa [3]. La estimación del derrame fue de unos 25.000 barriles de crudo (se desconoce el tipo de crudo). El mismo fue llevado por el viento y las corrientes a Boca de Aroa, así como a áreas del Parque Nacional Morrocoy, con un alto riesgo de afectación también para la Reserva de Fauna Silvestre de Cuare.
Entre el viernes 7 y el domingo 9 de agosto se reportaron tres nuevos derrames, el primero en la costa de Carabobo, en El Palito [4] específicamente, donde vecinos y activistas reportan una mancha aceitosa que afecta la costa; el segundo en la estación Guara 14, en San Tomé [5], donde trabajadores petroleros denunciaron un derrame que afectó amplias zonas naturales del estado Anzoátegui; y el último en la población de Barbacoas [6], municipio Bolívar del estado Anzoátegui, donde habitantes reportan la presencia de combustibles en tierra y pavimentos de la zona, luego de una fuga del sistema líquido de gas natural en Santa Bárbara de José que abarcó una extensión aproximada de 300 metros.
Estos lamentables hechos se suman a una serie de derrames petroleros ocurridos este mismo año, de los que destacamos en enero el de la planta petrolera Ezequiel Zamora (sector Pirital de Punta de Mata, del estado Monagas) [7]; ese mismo mes se denunciaba un desborde en la laguna de oxidación de la Refinería de PDVSA y la afectación de la playa El Palito [8]; en mayo, habitantes de Nuevo Milenio en Anzoátegui reportaron un derrame en la carretera Anaco-Cantaura [9] y en junio se reportó un derrame en Puerto La Cruz, producto de una avería en la refinería de Guaraguao [10].
Los impactos
Los recientes derrames generan impactos en ecosistemas marítimos muy delicados y de suma importancia nacional y regional, Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) como lo son el Parque Nacional Morrocoy (Decreto No. 113 del 26 de mayo de 1974; Gaceta Oficial N° 30.408) y el Refugio de Fauna de Cuare (Decreto N° 972 del 31 de mayo de 1972, Gaceta Oficial N° 29.820).
El PN Morrocoy ha sido creado precisamente para proteger y garantizar el futuro de de los delicados bosques de manglares que en él predominan ⎼los cuáles tienen múltiples funciones ecológicas⎼, junto con sus arrecifes coralinos y la extraordinaria fauna y flora que los componen. Estos ecosistemas han sido afectados por los derrames, lo que puede causar la muerte o inducir mutaciones en los mangles, con consecuencias muy dañinas para toda la vida que allí se reproduce. Por impactos como estos, el planeta ha venido perdiendo aceleradamente ecosistemas de manglares en los últimos lustros, disparando las alertas de organismos internacionales como ONU y FAO.
A través de la biorremediación y otros procedimientos se pueden recuperar lentamente varios de estos ecosistemas en un período que oscilaría entre los 20 y los 40 años. No obstante, en otros como es el caso de los arrecifes coralinos, si no se actúa a tiempo los daños pueden ser irreversibles.
En relación específica al Refugio de Fauna de Cuare, este es uno de los cinco sitios Ramsar [11] del país (un convenio internacional que protege a humedales con un gran valor para las especies acuáticas). Este territorio es además un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), porque constituye un hábitat fundamental para numerosas de estas especies que utilizan el refugio para alimentarse, como zona de paso o como dormidero.
Los potenciales impactos que se han generado ocurren sobre ecosistemas que ya se encontraban amenazados por diversas actividades ⎼en el caso de la zona, resalta la actividad y proyectos turísticos depredadores⎼, en un tiempo en el cual la siniestralidad de Petróleos de Venezuela S.A. se ha incrementado gravemente, debido a fallas operacionales; inseguridad en instalaciones; incapacidad técnica y operativa de respuesta ante riesgos y accidentes; corrupción, desinversión y endeudamiento; negligencia y desidia gubernamental; factores estos agudizados por las sanciones implementadas por el gobierno de los Estados Unidos. Todo esto, en un contexto en el cual la situación ambiental del país se ha agravado dramáticamente, al calor de la profundización de la crisis generalizada que nos atraviesa.
Las acciones
Hasta el momento en que redactamos este comunicado no ha habido un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades de la industria petrolera venezolana respecto a los recientes derrames de crudo reportados. No se activaron planes de contingencia a tiempo ante el derrame por parte de PDVSA para evitar que el petróleo además llegara a estas costas. El Ministerio para el Ecosocialismo ha sido el ente que ha reportado de manera oficial el derrame en Golfo Triste y su impacto en los cayos del Parque Nacional Morrocoy [12], mientras PDVSA sólo ha informado sobre actividades de saneamiento en El Palito [13].
Más de 250 personas entre voluntarios, pescadores, posaderos y ONG’s como FUDENA y funcionarios de INPARQUES se han movilizado para contener y remover el crudo en varias playas del PN Morrocoy. Organismos del Estado también han reportado actividades de contención del derrame, aunque insisten en que el mismo no habría tenido afectación en el frágil ecosistema de la región [14]. El propio Ministerio de Ecosocialismo indica que se han recogido más de 1000 bolsas de material contaminado, en más de 15 kilómetros de áreas dentro y fuera del Parque Nacional Morrocoy que han requerido saneamiento luego del derrame.
Ante esta situación, declaramos que:
- Luego de analizar rigurosamente lo ocurrido, no dudamos en señalar claramente la responsabilidad del Gobierno venezolano actual. Es de destacar que el ecocidio en curso que estamos denunciando no constituye un suceso aislado. Muy por el contrario, forma parte de una cadena de sucesos similares que han tenido lugar en años recientes y que están condicionando en los territorios situaciones de vulnerabilidad climática y sociecológica sin precedentes.
- El derrame que está afectando las costas orientales de los estados Carabobo y Falcón y la negligencia de las autoridades para su atención a tiempo y de manera eficiente, viola el art. 127 de la Constitución Bolivariana que establece el derecho a un ambiente sano y el deber del Estado a protegerlo; el decreto del Parque Nacional, los compromisos adquiridos en los convenios internacionales; mientras que la Ley Penal del Ambiente es absolutamente ignorada.
- La forma como vienen ocurriendo de forma permanente y sistemática derrames petroleros e incidencias de otro tipo en la industria (que se unen a la absoluta desidia gubernamental ante la que ocurren la deforestación, minería ilegal, contaminación de cuerpos de agua, entre otros), unido a la desfachatez con la que se subestiman los impactos negativos que estos eventos producen, conforman no sólo una constante que pone en riesgo la vida de los ecosistemas y el provecho humano que de ellos se obtiene, sino también revelan que nos encontramos ante un marco de impunidad socio-ambiental que, además se está agudizando en los tiempos de pandemia.
- El incremento de la siniestralidad ante el virtual colapso de la industria petrolera nos coloca ante escenarios muy peligrosos, en los que los desastres y accidentes podrían alcanzar escalas catastróficas, cosa que es trascendental tomar muy en cuenta y prevenir.
- Más allá de la denuncia, las acciones de remediación, la determinación de faltas y negligencia en PDVSA y demás organismos oficiales con competencia en la materia, así como de los procedimientos jurídicos a que hubiere lugar, es fundamental abordar las causas de fondo. No podemos seguir mirando hacia los lados y necesitamos abordar con premura las causas estructurales de estos problemas. Esto supone escrutar el propio rol de la industria petrolera en las sociedades, así como a los modelos de sociedad e ideales de progreso y desarrollo que vienen anclados en las economías basadas en combustibles fósiles.
- En relación con la industria petrolera debe tomarse en cuenta que, independientemente de los momentos de mayor o menor eficiencia técnica y de mayor o menor acatamiento de las normas y disposiciones jurídicas, esta industria tiene tras de sí una larga estela de desmanes. Estos han sido cometidos en Venezuela y muchas otras partes del mundo en contra del ambiente en general y los seres humanos en particular. Selvas, bosques, deltas, llanuras, cuencas hidrográficas, zonas marítimas y numerosos ecosistemas han sido devastados por la actividad petrolera de la mano de las empresas más consolidadas y aunque se cuente con la ‘mejor’ tecnología. A su vez, los reportes de comunidades y pueblos enfermos o fallecidos por los pasivos ambientales de la industria, o bien grupos sociales desplazados y despojados por la misma, son numerosos. Hay una relación directa entre el nivel de degradación ambiental que ha alcanzado el planeta y la industria petrolera; entre Antropoceno y petróleo.
- En relación al modelo de desarrollo, vemos con preocupación cómo, a pesar de la debacle social que experimentamos luego de más de una centuria del surgimiento de la ‘Venezuela petrolera’, en los debates sobre salidas de la crisis y el abordaje de un nuevo rumbo como país, difícilmente se hable y se piense en una Venezuela más allá del petróleo y el extractivismo. Sabemos que el camino está lleno de retos y enormes obstáculos, pero necesitamos urgentemente pensarnos desde otros códigos y perspectivas. Es crucial darle espacios a otros modos de pensamiento y abordaje sobre el modelo de sociedad que queremos, que permita la emergencia de formaciones agrícolas sostenibles, descentralizadas; nodos eco-turísticos, manufacturas y comercios localizados, entre otras formas socio-económicas y socio-culturales que tributen a la vida. La crisis global que vivimos no sólo evidencia una crisis del patrón basado en combustibles fósiles, sino una de todo el orden civilizatorio, y como tal debemos enfrentarla.
Solicitamos 10 puntos:
- Ejecutar inmediatamente medidas de protección de estos ecosistemas, efectuando todas las acciones paliativas que contribuyan a reducir y mitigar al máximo el daño ambiental generado. Interrumpir toda la actividad que esté generando estos impactos y otros peligros mayores de forma inmediata.
- Abrir una investigación penal contra Pdvsa a fin de determinar sus responsabilidades concretas en el vertido de crudo.
- Realizar una evaluación técnica más exhaustiva del impacto ambiental generado, con posibilidad de ser evaluado por otros actores sociales y profesionales.
- Ejecutar una remediación ambiental, previa determinación del tipo de crudo derramado.
- Promover la participación ciudadana en el cuido de estos ecosistemas y llevar a cabo simultáneamente consultas previas a las comunidades de la zona relativas a cualquier plan de desarrollo del territorio ubicado en las adyacencias de las áreas protegidas.
- Ofrecer información veraz y oportuna a la población tanto de esta situación en desarrollo como de cualquier otra eventualidad que genere o pueda generar impactos a las comunidades y la sociedad en su conjunto. Se trata de un derecho consagrado en la Constitución Bolivariana de Venezuela.
- Respetar la normativa legal vigente y aplicar las sanciones contempladas en la legislación ambiental para proyectos que ejerzan impactos negativos en ABRAES.
- Ejecutar un plan de prevención y corrección por parte de PDVSA con el fin de evitar al máximo cualquier potencial daño a los ecosistemas del área.
- Aprobar una moratoria a todo emprendimiento o proyecto de desarrollo de infraestructura que implique cualquier impacto ambiental en territorios aledaños a las zonas afectadas.
- Por último y como aspecto fundamental, proponemos al conjunto de múltiples actores sociales, con intereses, expectativas y responsabilidades en esta materia, impulsar un debate nacional, en distintas escalas y ámbitos de desempeño ciudadano, sobre el modo de vida extractivista imperante, que está estrechamente relacionado con el modelo de civilización petrolera que ha venido ejerciendo su hegemonía global durante los últimos cien años.
Caracas, 11 de agosto de 2020
Observatorio de Ecología Política de Venezuela
Notas:
[1] La Fundación Caribe Sur reportó el derrame el 2 de gosto https://twitter.com/CaribeSurOrg/status/1289983595038334977 También la Fundación Azul Ambientalistas pudo constatar el mismo 2 de agosto los restos de petroleo en la costa de Boca de Aroa y Tucacas https://twitter.com/fundacionazul/status/1289917230382084098
[2] El ecólogo Edlin Guerra reporta las conclusiones del Foro virtual organizado por la Sociedad Venezolana de Ecología en respuesta al derrame en Falcón https://twitter.com/edlinguerra/status/1291977887852224512
[3] Imágenes satelitales del Profesor Eduardo Klein https://twitter.com/SVEcologia/status/1290314550282031110
[4] Ver reporte de medios digitales https://elpitazo.net/centro/derrame-petrolero-de-la-refineria-el-palito-afecta-otra-vez-la-playa-cercana/
Estudiantes de Carabobo documentan efectos del derrame en costas de Puerto Cabello https://twitter.com/GaboCabreraVzla/status/1292876075664658434
[5] Ver reporte de prensa sobre derrame en San Tomé
https://mundo-oriental.com/anzoategui-denuncian-potentes-derrames-de-petroleo-en-varias-zonas/
[6] Reporte de medios https://primicia.com.ve/nacion/reportan-derrame-de-crudo-en-la-poblacion-de-barbacoa/
[7] Reporte de prensa OEP. https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/01/20/monagas-denuncian-derrame-de-petroleo-en-la-planta-ezequiel-zamora-de-pdvsa/
[8] Reporte de prensa OEP. https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/01/23/playa-el-palito-contaminada-por-nuevo-derrame-petrolero/
[9] Reporte de prensa OEP. https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/05/21/anzoategui-reportan-derrames-de-petroleo-en-carretera-anaco-cantaura/
[10] Reporte de prensa OEP. https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/06/05/nuevo-derrame-de-crudo-en-puerto-la-cruz-por-averia-en-refineria-de-guaraguao/
[11] Convención Relativa a los humedales de Importancia Internacional
[12] Ver balance realizado el 10 de agosto por el Viceministro de Gestión Ecosocialista del Ambiente en su cuenta personal en la red social Instagram.
https://www.instagram.com/p/CDtgIiyhhCr/
https://www.instagram.com/p/CDu3DE7BAY9/
[13] Ver publicación de imágenes de protocolo de saneamiento de PDVSA en cuenta oficial de Twitter
https://twitter.com/PDVSA/status/1293209572384153606
[14] Ver publicación del Ministro de Ecosocialismo del 7 de agosto afirmando que no hubo afectación en la flora y fauna del Parque Nacional Morrocoy.
https://twitter.com/BarberaMinistro/status/1291837093434601474
Fuente: Observatorio de Ecología Política de Venezuela (OEP)