¿Cómo avanza el Convenio de diversidad biológica tras las reuniones en Nairobi?
El pasado 26 de junio terminó en Nairobi (Kenia) la cuarta reunión del OEWG, el grupo que está trabajando por alcanzar un acuerdo sobre el Marco Global para la Diversidad Biológica post-2020. Este acuerdo se enmarca en el Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (conocido como CDB), y la decisión final será adoptada en la COP15. El Marco Global para la Diversidad Biológica es de vital importancia, pues será el encargado de suceder al marco anterior (las conocidas como Metas de Aichi) y ser la referencia internacional en la conservación de la naturaleza hasta el año 2030.
A pesar de que esta década es decisiva si queremos afrontar de forma ordenada y decidida los motores de pérdida de biodiversidad, y que las Metas de Aichi fueron un rotundo fracaso que toca enmendar, desde Amigos de la Tierra consideramos que el proceso no está a la altura de la urgencia planetaria en la que nos encontramos. En términos de contenido:
- Los derechos humanos, especialmente los de los pueblos originarios, están amenazados e incluso pueden desaparecer por completo de los objetivos principales, para ser relegados a un texto no vinculante en el preámbulo. Esto representa una amenaza para estos pueblos, a menudo expulsados de sus territorios para establecer áreas protegidas (a pesar de la abrumadora evidencia de que las “Áreas Indígenas Conservadas” son las que tienen mayor nivel de conservación).
- Las Soluciones Basadas en la Naturaleza permanecen sobre la mesa, a pesar de que abren la puerta a iniciativas perniciosas como los monocultivos de árboles, la agricultura industrial y el acaparamiento de tierras, que ponen la biodiversidad en un peligro aún mayor. (Más información en https://www.foei.org/publication/nature-based-solutions-a-wolf-in-sheeps-clothing/)
- Las causas reales de la pérdida de biodiversidad ni se han identificado de forma adecuada, ni están abordando cómo se deben, lo que se traduce en que la protección significativa de la biodiversidad será mínima.
Además, es necesario denunciar que muchos países están trabajando por un acuerdo que responde exclusivamente a sus intereses sin priorizar la resolución de la crisis ecológica. Los intereses corporativos claramente están claramente dominando la Convención, generando marcos muy desordenados que impiden la definición de indicadores claros e implementando mecanismos que favorecen la impunidad de los intereses económicos.
La crisis de biodiversidad está indisolublemente ligada a las crisis ambiental, social y climática, y debemos ser conscientes de que esta crisis global solo se resolverá con un cambio de sistema. Por este motivo, reclamamos la necesidad de que se respeten los derechos humanos y se reconozca la figura de defensores de la biodiversidad, donde existan normas claras y aplicables para las empresas y gobiernos, donde se combatan las causas estructurales de pérdida de biodiversidad en todos los sectores económicos, y donde la vida deje de ser sujeto de mercantilización.
Fuente: Amigos de la Tierra