Chile: declaración de ANAMURI
"La biotecnología se ha ido imponiendo sin considerar las necesidades reales de los países y sus pueblos, y sin consultar la opinión ciudadana. No necesitamos alimentos transgénicos, necesitamos alimentos naturales y limpios; no necesitamos semillas transgénicas, necesitamos que se reactiven las miles de semillas campesinas que nos han alimentado a través de la historia"
Este viernes 5 de Marzo realizaremos un intercambio de semillas en la plaza Perú de Concepción, mujeres Campesinas, Indígenas, huerteras urbanas, junto a los jóvenes de Anamuri, organizaciones locales, ONG y estudiantes, compartiremos nuestras semillas, hablaremos de nuestra verdad, nos encontraremos para defender la vida, nuestra naturaleza, nuestros recursos genéticos, nuestra cultura, nuestra soberanía.
Nos juntaremos porque creemos necesario hacer oír una voz diferente frente a los cuentos alegres y exitosos que el perverso capital nos quiere hacer creer. El Foro Global de Biotecnología que se ha desarrollado en estos últimos días en Chile, se ha presentado como una puerta que se nos abre a un futuro brillante en base a diversas biotecnologías. Frente a este engaño, frente a este voladeros de luces es que queremos manifestar que:
1. La biotecnología es una tecnología que se ha desarrollado para maximizar las ganancias de las grandes empresas trasnacionales, especialmente aquellas relacionadas con los medicamentos, los productos químicos, los alimentos, los pesticidas, las semillas.
2. Por lo mismo, la biotecnología se ha ido imponiendo sin considerar las necesidades reales de los países y sus pueblos, y sin consultar la opinión ciudadana. No necesitamos alimentos transgénicos, necesitamos alimentos naturales y limpios; no necesitamos semillas transgénicas, necesitamos que se reactiven las miles de semillas campesinas que nos han alimentado a través de la historia; no necesitamos alimentos convertidos en fármacos, necesitamos decidir soberanamente cómo alimentarnos para disfrutar y mantenernos sanos.
3. Sin embargo las grandes empresas han ido mucho más allá de simplemente hacer buenos negocios con la biotecnología. También han roto todas las barreras éticas y culturales que les puedan poner algún problema en el camino de la acumulación del capital. Se han apropiado del conocimiento, han restringido la libertad de información y han impuesto tecnologías aberrantes. Una de ellas es la tecnología ?terminator? que impide que las semillas se reproduzcan, dejándolas estériles; ello, con el fin de obligar a todos los agricultores del mundo a comprar la semilla a las grandes empresas cada vez que siembren..
4. Una falta de ética ha sido la imposición de los cultivos y productos transgénicos. Los principales cultivos transgénicos del mundo son soya, maíz, girasol, raps. A través de la soya, el 75% o más de los alimentos que comemos tienen componentes transgénicos. Los otros tres cultivos son especies que diseminan ampliamente su polen y que progresivamente van contaminado los cultivos a su alrededor. Una de las situaciones más dramáticos es la contaminación de las variedades campesinas de maíz de México. En Canadá y Estados Unidos más de la mitad de las semillas ya están contaminadas. En Chile no sabemos qué nivel de contaminación podemos haber sufrido producto de la producción de semillas transgénicas.
5. ¿Qué efecto tendrá esto sobre la salud humana y el medio ambiente? No lo sabemos, porque las grandes empresas se las han arreglado para imponernos los productos de la ingeniería genética sin hacer pruebas acerca de su seguridad e impidiendo que investigadores independientes las hagan. Si en 20, 40 o 100 años más nos damos cuenta que los cultivos transgénicos son dañinos, nadie nos asegura que podamos limpiarnos de todo lo que nos contaminan hoy.
6. El gobierno de Chile quiere convertir a nuestro país en un gran laboratorio biotecnológico. Es una decisión que se tomó sin informar a la ciudadanía y sin tomar en cuenta opiniones divergentes. Producto de los TLCs con Estados Unidos y la Unión Europea, lo más probable es que se nos intente convertir en el campo donde las tecnologías más peligrosas sean probadas y diseminadas. No sería sorprendente que nos convirtiéramos en exportadores de tejidos provenientes de clones humanos, o en el país desde donde se fabriquen las plantas terminator. Eso, apoyado por leyes de propiedad intelectual y patentes que se elaboran entre cuatro paredes y que impedirán que los campesinos siembren e intercambien sus semillas, que los pueblos indígenas sigan desarrollando sus formas de uso de la biodiversidad, o que científicos independientes puedan embarcarse en investigaciones efectivamente necesarias para el país.
7. La organización, contenidos y orientaciones del Foro Global de Biotecnología sólo nos permiten pensar que será una herramienta más para agravar los procesos que acabamos de describir. Creemos vergonzoso que un foro que se dice académico e independiente tenga en su comité organizador a Syngenta, unas de las transnacionales de la biotecnología más grandes del mundo. Consideramos ofensiva la invitación a organizaciones civiles que hacen los organizadores, que sólo permite opinar sobre cómo hacer lo que ellos ya han decidido hacer. Una verdadera participación debiera partir por una discusión prolongada, informada y amplia en la sociedad si queremos biotecnología o no.
8. Por todo lo anterior, vemos cada vez más la urgencia de reaccionar como movimientos sociales y ciudadanos frente a esto y a otras formas de agresión contra nuestro pueblo, las comunidades campesinas e indígenas, nuestro medio ambiente. Llamamos a las organizaciones y movimientos sociales de Chile a comenzar a tomar conciencia frente a esta amenaza, rompamos el tabú. Estos y otros temas deben ser motivo y materia de análisis de todos los sectores sociales para juntos y juntas comenzar a definir procesos y acciones que en el futuro nos permitan recuperar un Chile que no sea el simple laboratorio y basurero de los grandes capitales.
Concepción, Marzo 5 de 2004.
ANAMURI Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas