"Desde hace tiempo, organizaciones civiles y colectivos hemos visto con mucha preocupación el consumo excesivo de bebidas azucaradas entre la población desde edades muy tempranas, sobre todo en Chiapas. En diferentes espacios hemos reflexionando sobre los impactos negativos de esta práctica, no sólo en la salud de nuestro cuerpo, también en la economía, en las culturas de los pueblos, en el medio ambiente, y, particularmente en el agua de nuestros territorios".