252 ciudades protestarán el 25 de mayo a las 14:00 contra Monsanto. La extensión geográfica de la protesta refleja una preocupación generalizada del campo y los consumidores ante las prácticas de la trasnacional: monopolio de semillas, costo de agroquímicos, repercusión ambiental, la falta de un etiquetado claro en los productos –que se especifique el uso o no de transgénicos– y las consecuencias en la salud humana.