Frente a la amenaza del cambio climático y la creciente escasez de combustibles fósiles, se están promocionando los agrocombustibles como medio para reducir las emisiones de dióxido de carbono. La UE está proponiendo un objetivo obligatorio del 10 por ciento de uso de agrocombustibles en el sector del transporte para 2020. sin embargo, cada vez hay pruebas más sólidas de que, lejos de reducir las emisiones, la carrera de los agrocombustibles acelerará notablemente el cambio climático y exacerbará muchos otros problemas sociales y medioambientales