La firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) del pasado 1 de julio significa un avance en la construcción de un marco jurídico favorable a los megaproyectos que el presidente Obrador promete como plan de desarrollo para México. La mirada va de inmediato hacía el Istmo de Tehuantepec, ya que representa el acceso al Pacífico de uno de esos mega-proyectos, el Corredor Interoceánico, una inmensa infraestructura de conexión comercial con el Atlántico. El istmo es también un área estratégica porque rica en petróleo y codiciada por la energía eólica, y el pasado 21 de junio fue el escenario del asesinato de 15 personas.