Hay un mundo de ferias de alimentos orgánicos que nos recuerda que alimentarse no es lo mismo que comer. En América Latina el 80% de lo que comemos todavía nos llega de la agricultura familiar. La autora de este reportaje advierte que “se ha creado una asociación, no tan lícita, entre industria alimentaria y farmacéutica que va en detrimento de nuestra calidad de vida”.