La propuesta zapatista desde el origen, pero más claramente ahora, representa la búsqueda por devolverle a la gente, en especial a los trabajadores del campo y la ciudad (a la mayoría), lo que por derecho les corresponde: el monopolio de la decisión política, que parte del presupuesto que los políticos profesionales (volteando a Maquiavelo) son malos, y que pondrán en práctica sus perversas ideas siempre que se les presente la ocasión de hacerlo libremente