Los campesinos del norte de Paraguay se ven cada vez más afectados por la extensión y usurpación de la frontera productiva por parte de grandes empresarios agrícolas y ganaderos, situación que los sumerge en la pobreza, les quita las tierras, contaminan sus cultivos y dañan su salud con gilfosato. Mientras tanto, el gobierno nacional de Horacio Cartes sigue militarizando está región en pos de cumplir con las demandas de las compañías y seguir al pie de la letra con las exigencias del imperialismo.