Monsanto desarrolló un "centro de respuesta" para vigilar y desacreditar a periodistas y a activistas, desde el cual se centró específicamente en una periodista que escribió un libro crítico con la empresa. El conglomerado agroquímico también investigó las actividades del cantante Neil Young y escribió un memorándum interno sobre su uso de las redes sociales y su actividad musical.
Monsanto investigó a periodistas, activistas e incluso a Neil Young para intentar desacreditarlos