Detrás de la industria del turismo globalizado existe un engranaje de actores públicos, privados y organismos internacionales. El trabajo cooperativo entre éstos es condición necesaria para que la expansión del turismo dominante pueda ser efectiva y rentable. En esta cadena de actores, los grupos de presión son el eslabón menos visible, operando detrás de las transnacionales, dentro de las instituciones, y a espaldas de la ciudadanía y la opinión pública.