El gobierno de Perú, país anfitrión de la próxima vigésima COP20, no ha sentido la necesidad de guardar aunque sea mínimas apariencias de responsabilidad ambiental ante esta cita histórica que le toca organizar y hace unos días ha presentado públicamente un paquete de medidas que debilitan la incipiente institucionalidad ambiental y permiten mayores niveles de contaminación del medio ambiente, violando de paso normativas internacionales y nacionales que obligan al estado peruano.
El Buen Vivir es esencialmente una propuesta de nuevo paradigma ético civilizatorio, con implicancias políticas, económicas y culturales, que rescata la ancestral experiencia de los pueblos indígenas latinoamericanos, especialmente andinos, y lo re elabora como parte de las respuestas posibles a la actual crisis múltiple, civilizatoria, que la comunidad humana de destino enfrenta hoy debido al agotamiento del todavía hegemónico orden civilizatorio capitalista y sus pilares ideológicos originados en la modernidad europea, globalizada como “universal”.