El evento académico fue trascendental por varias razones. La primera por permitir una plataforma independiente que reuniera a voceros de organizaciones indígenas, de varias partes del país, para discutir lo que es su principal demanda: El derecho a la tierra. La segunda, generar un espacio de confianza donde aliados de la causa indígena podían continuar el trabajo de articulación por la base, realizando un balance de los aciertos y errores del movimiento popular pro-indigenista desde el arribo del movimiento bolivariano al poder.