Vivimos actualmente la mayor devastación del campo latinoamericano. Más de 10 años de imposición del modelo neoliberal y de profundización de la apertura comercial indiscriminada está llevando a los agricultores familiares, campesinos, indígenas y afrodescendientes -y por lo tanto a la cultura agrícola de las sociedades de América Latina- a la peor crisis de su historia