La resistencia antiminera recibe toda la aplastante ofensiva del Estado ecuatoriano. El proyecto Llurimagua, en Intag, Imbabura, está concesionado a las estatales Codelco (de Chile) y Enami (Ecuador). Mientras tanto, el estado de sitio en la zona sigue, hay un dirigente preso acusado de rebelión, otro en la clandestinidad. ¿La nueva matriz productiva se hace a las patadas?