"El paisaje ha cambiado drásticamente. Los Filos y El Bermejal ya no son cerros. Eran unos gigantes de mil 200 metros de altura con árboles perennes en los que se alimentaba el ganado. Ahora son dos hoyos descomunales en la tierra, de los que se continúa sacando oro y plata. Para 2024 que acaben las operaciones tendrá, cada uno, mil 300 metros de profundidad, reporta la REMA".