La industria salmonera chilena, otrora lucrativa, que trata de recuperarse del daño generalizado causado por el virus anemia infecciosa del salmón (ISA) en los últimos dos años, ha puesto los ojos en nuevas aguas, todavía prístinas en su mayor parte y libres de virus, más al sur, en la costa patagónica
Chile: salmoneras extienden contaminación hacia la Patagonia