El ministro alemán de Agricultura, Oezdemir, reconoció que no es aceptable que Alemania siga produciendo y exportando plaguicidas que han sido prohibidos en su propio territorio para proteger la salud de las personas y que los pueblos de todo el mundo tienen el mismo derecho a la salud. Su ministerio está elaborando un proyecto de ley. Una amplia coalición de ONGs en Alemania apoya firmemente esta prohibición legal. Alemania es uno de los principales países productores de plaguicidas, por lo que una prohibición legal de las exportaciones en Alemania sería relevante y constituiría un importante ejemplo a seguir por otros países. Sin embargo, hay mucha oposición en contra, por ejemplo, por parte de la industria y otros partidos políticos.