"El reconocimiento del campesinado, así como sus derechos territoriales e identidad son fundamentales para garantizar la seguridad, soberanía y autonomías alimentarias, la preservación de la agrodiversidad, el cuidado y sostenimiento del ambiente, del tejido social y comunitario, de la economía para la vida, entre muchos otros aspectos políticos, sociales, culturales y ambientales."