La realidad socio ambiental de nuestros países y los impactos del modelo agroindustrial evidencian amenazas comunes que exigen acciones urgentes. Es necesaria la creación y fortalecimiento de lazos de resistencia y solidaridad. El control de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial por intereses corporativos permite la apropiación de nuestros territorios, semillas nativas y criollas, la degradación de la biodiversidad y bienes colectivos, con visión a corto plazo que desprecia la vida, la historia, la cultura y las posibilidades de construcción de un futuro con dignidad y soberanía.