El verdadero desarrollo alternativo del sector agrícola y del mundo rural pasa por un rechazo del modelo impuesto por el agribusiness. Los países del Sur del Mediterráneo como Marruecos deben retomar su soberanía alimentaria y el pleno derecho de producir sus alimentos en sus propias tierras. La producción agrícola debe tener por objetivo principal la satisfacción de las necesidades alimentarias básicas de la población y la protección de la agricultura campesina. También debemos oponer un rechazo firme ante los tratados de libre comercio que saquean los recursos y dan paso al neocolonialismo.