"Los alimentos no solo nos mantienen saludables y nos permiten responder a amenazas globales como la pandemia de COVID-19, sino que también son fundamentales para nuestra naturaleza humana como seres sociales. Sin embargo, el mundo moderno, marcado por el capitalismo y el patriarcado, trata a los humanos y al resto de la naturaleza como dos esferas independientes. Existen vínculos profundamente arraigados entre las formas en que las sociedades vulneran los derechos humanos y maltratan la naturaleza. Nuestro sistema económico y político actual se alimenta de la explotación de los humanos y la naturaleza para generar ganancias, lo que se manifiesta más claramente en la perpetuación de las desigualdades, el calentamiento global y la rápida pérdida de biodiversidad".