Las historias de tres mujeres que desde Camerún, Colombia e Indonesia defienden su territorio de los cultivos de palma aceitera. "Las plantaciones se han instalado en zonas donde ya vivían y trabajaban las mujeres, lo que supone una pérdida total de sus ingresos", dice Marie, activista de Camerún. "La palma genera un modelo que multiplica el hambre, las frustraciones y los abusos de todo tipo"