La Cámara de Diputados de la Nación se apresta a sancionar una Ley de Hidrocarburos impulsada por el Poder Ejecutivo Nacional a partir de un pacto firmado con las provincias productoras de gas y petróleo, que constituye una descomunal entrega de nuestra soberanía, bienes comunes y recursos naturales no renovables, y que producirá gravísimas e irreversibles consecuencias para las generaciones presentes y futuras, particularmente en los territorios involucrados.